Argentina exportó en mayo el equivalente a la mitad de la carne que se consume en el país. La demanda china presiona sobre la disponibilidad de bovinos argentinos.
El gigante asiático acaparó el 89 por ciento de las 84.500 toneladas que exportó Argentina el quinto mes del año.
El consumo interno demandó 175 mil toneladas, lo que equivale a 45,5 kilos por habitante.
El diario económico BAE explicó que, aunque la exportación corresponde a categorías que no están vinculadas de manera directa al consumo, es necesario aumentar la producción y sobre todo el kilaje de los animales faenados para cumplir con la demanda oriental.
La exportación gana terreno a la vez que lo pierde el consumo nacional. De acuerdo a cámaras del sector bovino, el consumo de carne vacuna durante 2020 se ubicó en torno a los 50 kilos anuales por habitante, una de las cifras más bajas de los últimos diez años.
La cámara de productores de Rosario advirtió que el mercado chino mostró signo de recuperación antes de que lo hicieran otros, como el europeo. Las ventas al exterior crecen por la demanda china, pero los precios que paga ese destino son inferiores a los que se consiguen con la exportación a Europa. La calidad que demandan es diferente.
El mercado nacional en la instancia mayorista da cuenta de un ajuste del 15 por ciento en las ventas de carnes vacunas.