Portezuelo del Viento, la "niña bonita" del gobierno de Alfredo Cornejo y su sucesor, Rodolfo Suarez, es cuestionada por las provincias que, aguas abajo, se verán afectadas por la represa sobre el río Grande, uno de los principales afluentes del Colorado, o Coli Leuvú, tal su nombre en lengua originaria.
Ahora fue la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras (Juntos somos Río Negro), quien dijo que la megaobra publicitada aquí como el maná que generará miles de puestos de trabajo debe ser revisada para darle participación a las provincias que alojan en sus territorios las cuencas que se verán afectadas.
"Tenemos que replantear la cuestión. Hay que ver que posición va a tomar el Estado nacional. Nosotros estamos reclamando que el Estado nacional tenga protagonismo en la regulación del uso de agua sobre todo cuando mas de una provincia esta involucrada. Nos pasa aquí y en la cuenca neuquina también. Hay que esperar que entre en agenda el tema y sentarnos a discutir todas las provincias como vamos a administrar el agua", postuló la mandataria en una visita a Catriel.
La batalla por el agua de Mendoza trasciende a las fronteras mendocinas desde que La Pampa llevó a la justicia el uso unilateral que hacen las autoridades mendocinas del río Atuel. Los pampeanos sumaron a Neuquén, Río Negro y Buenos Aires en sus reclamos al Coirco (Comité de cuenca conjunto), para que Mendoza no maneje de manera unilateral la presa.
Informe Explícito: Portezuelo del Viento, historia de una historia que viene de nalgas
En ese sentido, la gobernadora de Río Negro recogió el guante de las protestas que pobladores ribereños de esas provincias realizaron durante todo el año por el advenimiento de Portezuelo.
“Se ha iniciado el camino de destrucción de un río por la insaciable voracidad de Mendoza”