La Intersindical de Mujeres de Mendoza denunció que la violencia de género ejercida en el interior de los gremios no es un caso aislado y que la violencia machista se impone cuando las mujeres quieren participar en espacios políticos.
El pronunciamiento fue a raíz de la denuncia contra el ahora apartado secretario general del SUTE, Sebastián Henriquez, a quien expulsaron del espacio político "Venceremos" y suspendieron de su cargo al frente del gremio de trabajadores de la Educación mientras dura la compulsa.
"Esta situación lejos de ser un hecho aislado, una anormalidad o una situación excepcional; es una muestra concreta de lo que ocurre en nuestros sindicatos ya que son enormes los obstáculos que la violencia machista nos impone a las mujeres y disidencias cuando queremos participar en espacios políticos", señaló la intersindical en un extenso comunicado en el que citan otros ejemplos de dirigentes denunciados.
En ese sentido, destacaron "la celeridad con la que el SUTE asumió la situación. Henríquez fue separado de su cargo de forma preventiva por el Secretariado Ejecutivo del Sindicato. La permanencia del denunciado en el cargo hubiera constituido una limitación al derecho a obtener justicia por parte de la denunciante. Este accionar por parte del Secretariado Ejecutivo del SUTE debería ser la norma y la acción primaria lleven a cabo todas nuestras instituciones sindicales ante la denuncia de casos de violencia machista".
Las mujeres gremialistas se solidarizaron con la mujer que realizó la denuncia contra Henriquez y "con todas las compañeras que hayan vivido situaciones de violencia por parte de este dirigente. Saludamos su coraje y valentía para contarlo y denunciarlo, sabiendo que pagamos costos muy altos en política por ser mujeres pero sobre todo si cuestionamos los perversos mecanismos con los que históricamente el patriarcado se ha valido para ejercer distintos tipos de violencias sobre nosotras. Nos ponemos a disposición y reafirmamos nuestro compromiso sororo y transversal porque cuando tocan a una nos tocan a todas y ya no estamos solas".
"Visibilizar las violencias nos permite alertar a otras para que ninguna más pase por esto.Este no es un hecho aislado sino que por el contrario el Movimiento Sindical en Mendoza tiene situaciones de denuncias por violencia laboral, política y de género en su mayoría. Tal es el caso del Secretario General de la CTA de lxs Trabajadorxs, Gustavo Correa. También del Secretario General de ATE Mendoza, Roberto Macho, con sentencia firme y sin ninguna medida interna para separarlos del cargo por estas denuncias. O lo sucedido en UPCN, que terminó con el apartamiento de sus cargos a Walter Pérez y Gustavo Luna, y aún seguimos luchando para que el responsable directo de la violencia, Eduardo Buscemi, sea separado de su cargo y se tomen las acciones pertinentes".
Perspectiva de género en los sindicatos
La Intersindical de Mujeres, además, hizo hincapié en el abordaje de los casos de violencia machista y recalcó la necesidad de no callar situaciones de este tipo para avanzar en el fortalecimiento de las mujeres en la vida sindical.
"Evidenciar situaciones de violencia machista fortalece y enriquece la práctica y el prestigio de nuestros sindicatos y su calidad institucional, poniendo nuestras organizaciones a la altura de los nobles objetivos que perseguimos las trabajadoras y trabajadores organizados. Sabemos que no hay práctica liberadora alguna si se reproducen las acciones represivas, intimidantes y violentas que suelen caracterizar a las patronales estatales y privadas", postularon.
Luego puntualizaron la necesidad de elaborar protocolos elaboración de protocolos que brinden herramientas construidas por las trabajadoras, para prevenir, sancionar y erradicar toda acción que implique una violación a los derechos de mujeres y disidencias sexuales.
Pedido de informes
La Intersindical de Mujeres de Mendoza impulsará un pedido de informes a la junta de disciplina de Sute sobre los casos de Sebastián Henríquez y de Gustavo Correa y a la Comisión de Derechos y Garantías de la Legislatura en el caso de ATE, "para procurar que los tiempos de resolución no se extiendan indefinidamente. La justicia si es lenta no es justicia".
"Dotar de perspectiva de género a los sindicatos no es un capricho, ni una moda sino una necesidad imperiosa. Se trata de asumir el desafío de ajustar nuestras organizaciones a los tiempos que corren porque sin nosotras y nosotres no hay liberación ni justicia social posible", remarcaron.
El comunicado cierra así: "Exigimos espacios libres de violencias y seguros para nosotras. Abusadores, acosadores y maltratadores no son compañeros. No cuenten con nuestro silencio".