Naranja, limón y zapallito, en ese orden, con los que encabezan el podio de distorsión de precios entre los productos cuando salen de la finca y cuando se ofrecen en la góndola. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el consuidor final paga once veces por más por la naranja respecto de lo que se le paga al productor, casi 9 veces más por el limón y 8 veces más por el zapallito.
La CAME señaló que "la distorsión en la naranja venía siendo elevada desde enero, pero se acentuó en febrero cuando el precio al productor subió sólo 4,3%, mientras que en góndola la suba fue de 6,8%. Esto dio como resultado un aumento del 2,4% en la brecha".
Productores de peras y manzanas están fundidos porque los precios no cubren ni los costos
Pero, agrega, "quizás el dato más relevante en ese producto es que la brecha IPOD en febrero del año pasado era de apenas 3,67 veces, aumentando 204% desde entonces, hasta 11,14 veces. El incremento de la distorsión se explica por una caída del 67,1% en el precio percibido por el productor. Esa caída comenzó a mediados de 2018, donde la mala campaña en Entre Ríos provocó un desplome del precio. A este factor se le sumaron la caída del consumo, el aumento de costos y la devaluación del peso".
Es interesante el dato de que la suba o baja en el precio no tiene relación con lo que se le paga al que produce la fruta y la verdura. Hubo cinco productos donde bajó el precio al productor aunque subió en góndola: fueron el zapallito, la lechuga, la mandarina, el arroz, y la carne de cerdo.
En la papa, por ejemplo, mientras los precios al productor bajaron 33,4% y los de góndola lo hicieron en 1,4%, en la lechuga los precios al productor cayeron 16,5% pero en góndola crecieron 27,9%.
Un kilo de novillito a 59 pesos
Según los registro de CAME, el kilo de novillito se paga en el destino de origen a 59 pesos, pero cuando llega a la góndola o carnicería el consumidor debe desembolsar $250 pesos por esa misma cantidad. En el caso del cerdo, al productor se le paga $42 el kilo, mientras que se vende a $200 el kilo. El pollo a $27 el kilo en el origen, a $67 en su comercio "amigo" o supermercado.
La leche se paga a $10 el litro, pero quién la encuentra a ese precio en la góndola. De hecho es uno de los productos, junto con los quesos, que más aumentos registra en los últimos tiempos. A 42 el litro se consigue según CAME.
Indice de Precios de Origen y Destino (IPOD)
El IPOD es un indicador elaborado por el sector de Economías Regionales de CAME para medir las distorsiones que suelen multiplicar por varias veces el precio de origen de muchos productos agropecuarios en el recorrido desde que salen del campo y hasta que llegan al consumidor. Esas distorsiones son muy dispares según producto, región, tipo de comercio, y época del año.
En general, señala la CAME, "las diferencias están determinadas por un conjunto de comportamientos, algunos especulativos, de diferentes actores del mercado, básicamente de las grandes cadenas de supermercados que se abusan de su posición dominante en el mercado, y otros son factores comunes como la estacionalidad, que afecta a determinados productos en algunas épocas del año, o los costos de almacenamiento y transporte".