Informe de CAME

Las ventas minoristas no levantan, ni los remedios ni la comida se salvan de la recesión

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Datos de CAME.

Las farmacias y los vendedores de alimentos y bebidas, adonde reinan los supermercados, fueron los comercios con menor pérdida de ventas en octubre, según el informe periódico de ventas de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa.

El índice general de ventas minoristas se contrajo un 14,9 interanual en octubre. Significa un retroceso respecto al mes anterior, cuando la contracción fue del 10,1 por ciento. Es la primera vez que la caída de ventas en términos porcentuales se agranda respecto al mes previo desde abril. Ese mes fue el de mayor caída de las ventas (57,6%) por los efectos del aislamiento.

Datos de CAME.

En lo que va del año las ventas minoristas acumulan una caída del 26,2 por ciento. Se explica por las fuertes retracciones registradas entre marzo y julio principalmente, cuando fue más estricto el aislamiento.

Todos los rubros relevados cayeron. En la merma de ventas de alimentos y bebidas del 4,3 por ciento se explica por la contracción del mercado para las casas de comida, panaderías, kioscos, bebidas en general, entre otros. Las ventas fueron mejores en los almacenes de barrio, aunque con mucha dispersión, dice el informe de la entidad empresaria.

Incidió en la baja la incertidumbre generada por la suba del dólar blue y las expectativas de un escenario de devaluación y alta inflación. Esto alentó el refugio en dólares de muchas familias, reduciendo la masa dedicada a consumo, consideró CAME.

En su informe consignó que esa circunstancia está separada de los problemas de ingresos, empleo, y los niveles de endeudamiento de las familias. Las conclusiones surgieron de la medición de CAME en base a 1300 comercios de todo el país relevados entre el jueves 29 y ayer sábado 31 de octubre, por un equipo de 30 encuestadores localizados en las capitales del país, GBA y CABA.

Zapateros parados

Un sector que no logra repuntar y muestra una de los mayores achicamientos en las tasas de variación promedio, es calzados y marroquinería: declinó 35,9 por ciento anual. Prácticamente no hay negocios que informen variaciones positivas. Sin dudas que la menor circulación de gente en la cuarentena redujo su necesidad, sumado a que es uno de los últimos productos que tienden a recuperarse en momentos críticos para la economía, expresó el informe de CAME.

Joyería, relojería y bijouterie se desplomó un 36,1 por ciento. En indumentaria las ventas cayeron 23,8 por ciento anual. Dice la CAME que este rubro fue afectado por la especulación. Como había ruido de devaluación, los proveedores guardaron la mercadería.

En Ropa, artículos deportivos y de recreación, el declive fue 10,7 por ciento anual. En algunos locales hubo colas de gente para entrar y otros se encontraban vacíos. Hubo buena venta de bicicletas, gracias a las promociones de algunos bancos para adquirirlas en 24 cuotas. Especialmente en la Ciudad de Buenos Aires.

Jugueterías y librerías fue el tercer sector con mayor retracción, en torno al 24,9 anual. La menor circulación de chicos en la calle redujo el consumo de paso. Mientras que la postergación del regreso a las aulas impide el repunte de artículos de librería y libros.

Los comercios informaron a CAME que ni las ofertas tientan al público, aunque en el rubro juguetes se espera que a partir de fines de noviembre repunten con la venta de fin de año. “Se nota el faltante de dinero”, es la frase más repetida, remarcó el informe de la cámara empresaria.

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