En marzo se reunirá un panel con organizaciones de Derechos Humanos. Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo integran un movimiento recuperador de tierras. Fueron condenados por terrorismo en un fallo cuestionado.
Los comuneros mapuche y presos políticos pertenecientes a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo, depusieron la huelga de hambre que mantuvieron durante 76 días, luego de llegar a un acuerdo con representantes de organizaciones de Derechos Humanos en Chile y el extranjero.
En dos grupos, los activistas visitaron a Llaitul en el penal “El Manzano” en Concepción y a Llanquileo en la cárcel de Angol, para integrarlos al comité organizador de la próxima Comisión Internacional de Observación de los Derechos Humanos del Pueblo Mapuche, a realizarse en marzo en la Araucanía, a unos 600 kilómetros al Sur de Santiago.
Guacolda Chicahual, vocera de los ayunantes, manifestó su satisfacción por el convenio suscrito y señaló que “la primera tarea que tendrá la Comisión Internacional, será velar que las exigencias de los comuneros respecto de sus condiciones carcelarias y judiciales, sean respetadas por el Estado de Chile”.
La dirigenta recalcó que “ahora sólo dependerá de que Gendarmería acoja la solicitud de los integrantes de la CAM, ya que cuenta con todas las atribuciones para hacerla efectiva”.
La portavoz de los líderes mapuche agregó que esto “tiene como primera tarea la existencia de la restitución de la salida de fin de semana de Ramón Llanquileo, el retorno a la cárcel de Angol de Héctor Llaitul y, principalmente, el acompañamiento de esta comisión nacional e internacional ante la denuncia que presentaron los integrantes de la CAM ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
El periodista y escritor uruguayo, Raúl Zibechi, recalcó que la creación de una instancia internacional incorporará a diversos Premios Nobel, investigadores y representantes internacionales de los Derechos Humanos, por lo que el Estado de Chile deberá responder frente a las demandas, que hasta ahora desoyó.
“Estaremos evidenciando y difundiendo mundialmente las próximas violaciones a los derechos del Pueblo Mapuche, por lo que se romperá con el cerco informativo existente y generará una conciencia del conflicto, esta vez a nivel mundial”, recalcó el escritor.
“Lo que va a permitir esta comisión es sistematizar el conjunto de informaciones que han estado saliendo y ofrecer un canal para la discusión de toda la situación económica, social, política y la no aplicación del Convenio 169 de la OIT que reconoce los derechos colectivo. Una comisión amplia, de modo que el Gobierno chileno dé respuestas a esas demandas”, dijo Zibechi.
Diego Vela, miembro de la central de los universitarios, Confech, instó al Ejecutivo a acoger el petitorio que originó la huelga, como la reubicación de Héctor Llaitul en Angol.
“El punto es crítico y el Estado de Chile debe responder. No pueden seguir existiendo más muertes porque el Estado chileno no se ha hecho cargo y, en ese sentido, nosotros como estudiantes nos estamos solidarizando porque creemos que es fundamental que realmente haya una respuesta al problema de fondo que es algo que el Estado no ha podido resolver. Hay un recurso en la Corte Interamericana que puede poner en jaque al Estado”, dijo el dirigente estudiantil.
La huelga de hambre concluyó con 76 días de protesta, con una baja de 18 y 26 kilos y con la exigencia de que se reubique a Héctor Llaitul a Angol, la salida de Ramón Llanquileo los fines de semana, además de que la justicia chilena reste los tres años de prisión preventiva a las respectivas condenas.
La Comisión Internacional de Observación de Derechos Humanos del Pueblo Mapuche vigilará el cumplimiento de dicho petitorio de aquí hasta marzo, cuando arribarán a Chile distintos activistas mundiales para dar inicio a la primera mesa de trabajo para conformar la instancia internacional.
Líderes de una comunidad marginada, presos políticos
Llaitul y Llanquileo purgan condenas, de 15 y 8 años de cárcel, por "asociación ilícita terrorista e incendio terrorista". Esa fue la decisión judicial final de los procesos jurídicos en su contra, después de sus detenciones en 2009, y condenados por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Cañete con sentencias que fueron revisadas y reducidas por la Corte Suprema.
Son líderes de la Coordinadora de Comunidades Mapuche en Conflicto Arauco-Malleco, (CAM), una de las principales organizaciones del pueblo mapuche que encabezó una oleada de recuperaciones de tierras ancestrales en manos de poderosas corporaciones forestales trasnacionales y de propietarios latifundistas en la zona en los últimos 15 años.
La Coordinadora se destaca por su carácter antisistémico (anticapitalista, anticolonial) y su proyecto de reconstitución como pueblo, pero también por su acción política representada en la recuperación de tierras, su defensa comunitaria y en acciones directas de autodefensa contra las corporaciones forestales. Los presos junto a varios encarcelados más realizaron también huelgas de hambre en 2010 y 2011 que alcanzaron 82 y 87 días sin ingerir alimentos.
Los presos políticos mapuche de la Coordinadora fueron procesados y absueltos por los tribunales militares, pero fueron enjuiciados por segunda vez en los tribunales civiles donde fueron condenados.
Fuentes: Radio Universidad de Chile y G80.Cl