En 2018, la masa total coparticipada por la Nación a las provincia creció en 114.727 millones de pesos respecto al 2015 en moneda constante. No obstante, sólo cinco de las 24 jurisdicciones concentraron el 80 por ciento de ese crecimiento. Hilando más fino, el 65 por ciento del crecimiento se concentró en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires, los dos bastiones principales del macrismo.
Los datos surgen de un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal a cargo de los economistas Nadin Argañaraz, Ariel Barraud y Florencia Maldonado. El análisis, que abarca la gestión presidencial de Mauricio Macri, se concentró en la evolución de la masa coparticipable y su distribución entre las provincias. No contempló los cambios en las responsabilidades de los gastos entre la Nación y las Provincias. Es decir: trazó la ruta del dinero coparticipado.
La coparticipación bruta (tamaño de la torta repartida) representó en 2015 un 14,9 por ciento del Producto Bruto Interno; por encima del 13,7 por ciento del 2016, del 13,8 por ciento del 2017, y del 14,3 por ciento estimado para el 2018.
Descontando la plata de la seguridad social, es decir, contemplando sólo la torta coparticipable devenida de la recaudación de impuestos, el total girado a las provincias ganó terreno entre 2015 y 2018. El estudio del IARAF mensuró que en ese lapso la coparticipación para las provincias mejoró en 114.727 millones de pesos en moneda constante, con un crecimiento porcentual de 5,6 puntos, pasando de 36,5 por ciento del PBI en 2015 a 42,1 por ciento en 2018.
Hilando fino, las provincias no fueron favorecidas en proporciones iguales con la mejora de la torta coparticipable. El nuevo esquema favoreció principalmente a los distritos que sostuvieron la primacía electoral del macrsimo en las dos últimas citas en las urnas: la Ciudad de Buenos Aires, de Horacio Rodríguez Larreta, y la provincia del mismo nombre, de María Eugenia Vidal. En segundo plano, salieron ganando más que el resto Córdoba (el tercer distrito en la masa de votos del macrismo) y las dos provincias que llevaron a la Justicia la pelea por los fondos con la Nación: Santa Fe y San Luis.
La Capital Federal y la provincia de Buenos Aires se apropiaron del 64 por ciento del crecimiento de la torta total; Córdoba, Santa Fe y San Luis atraparon el 16 por ciento, y las restantes 19 jurisdicciones se repartieron el 20 por ciento.
Renunciamiento histórico de 18 gobernadores
La novedosa estructura de distribución de fondos entre las provincias fue avalada por los gobernadores de 22 estados federales, todos salvo San Luis, del peronista Alberto Rodríguez Saá, y La Pampa, del peronista Carlos Verna. Es decir, 18 gobernadores hicieron un renunciamiento histórico de recursos para sus provincias a favor del financiamiento de las figuras del macrismo Vidal y Larreta.
Argañaraz, Barraud y Maldonado escribieron: "La provincia de Buenos Aires, que hasta el año anterior presentaba caídas de la coparticipación en moneda constante, experimentaría un marcado crecimiento de la mano del Consenso Fiscal. Este último dispuso cambios en la distribución de impuestos, notablemente en lo que se refiere al impuesto a las ganancias y el desarme de los fondos y asignaciones específicas que surgían del mismo y en los cuales la provincia no participaba. La suba de la coparticipación en el período 2015-2018 sería de 34.973 millones de pesos".
Vidal fue la ganadora por escándalo del Pacto Fiscal, que sus pares vendieron a sus votantes en cada provincia como un beneficio para las arcas de sus provincias. No resultó cierto ese discurso a la luz de los resultados presentados por el análisis del IARAF casi un año después de la firma.
A Larreta lo favoreció un decreto de Macri, que le amplió la alícuota de fondos coparticipables que recibe. Dice el análisis del IARAF: "CABA mostró un crecimiento de la coparticipación derivado del incremento de su coeficiente dispuesto en el Decreto 194/2016. No obstante, esta jurisdicción también resultó beneficiada por los cambios en la distribución de impuestos implementados en el Consenso Fiscal. Si bien dentro del Consenso se estableció específicamente una reducción de su coeficiente de distribución a fin de dejarla en igualdad de condiciones con el resto de las provincias, la baja dispuesta en el Decreto 257/2018 (de 3,75 por ciento a 3,5 por ciento) no fue suficiente".
Coparticipación por habitante
El informe del IARAF contempla en uno de sus tramos la incidencia del nuevo esquema de reparto en la proporción de recursos coparticipables por habitante que recibe cada provincia.
"Lo primero que surge es que 18 jurisdicciones recibirían más coparticipación por habitante y 6 jurisdicciones terminarían en una peor situación que 2015. CABA sería la jurisdicción que más plata automática va a terminar recibiendo, con casi $12.700 más por habitante. Río Negro recibiría $25 más por habitante. Dentro de las 4 jurisdicciones más grandes, Córdoba sería la de menor crecimiento, con $1.295", escribieron los autores.
"Los habitantes de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Neuquén, Salta y Misiones, teniendo en cuenta el dato poblacional que proyecta el INDEC, recibirían durante este año 2018 una menor coparticipación real que en 2015. La primera jurisdicción sería la más perjudicada, con una pérdida de alrededor de 3.000 pesos promedio para cada habitante", remarcaron los autores del informe de referencia.
Y concluyeron que "como los principales cambios de la distribución primaria se hicieron relacionados a CABA y a Buenos Aires, son las jurisdicciones que más participan del aumento. En efecto, $2 de cada $3 de aumento están yendo automáticamente a ambas".