El ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, preso político desde hace más de 170 días, recibió este 27 de setiembre el título Honoris Causa de la Universidad del Comahue, distinción que el referente del PT agradeció con una carta a la Universidad y a su rector, Gustavo Crisafulli.
En la misiva, que definió como "un aliento para la lucha del pueblo brasileño", el exmandatario consideró: "Estamos viviendo un momento de feroz ataque del neoliberalismo a las democracias que logramos construir en toda nuestra América Latina en las últimas décadas. Un ataque tardío en la medida en que el neoliberalismo fracasó en Europa y Estados Unidos, pero no sin dejar un rastro de destrucción del Estado Social, profundizando las desigualdades sociales y provocando mucho sufrimiento".
Na última quinta-feira (27), a Universidade Nacional de Comahue, da Argentina, concedeu o título de Doutor Honoris Causa a Lula. Esse é mais um reconhecimento da revolução na educação que Lula promoveu no Brasil. #LulaLivreJá https://t.co/l6lcXFbaG8
— Lula (@LulaOficial) 30 de septiembre de 2018
Impedido de participar en las elecciones y virtualmente proscripto por la justicia, que impidió siquiera la difusión de imágenes o mensajes suyos desde la cárcel en la campaña -este sábado, inclusive, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil suspendió la autorización para que brindara entrevistas- Lula analizó en la carta a la universidad patagónica que "en América Latina el neoliberalismo ataca utilizando importantes segmentos del poder Judicial y del Legislativo, a través de medidas de excepción, para apartar a presidentes legítimamente elegidos, injustamente perseguir y arrestar a líderes populares, e imponer políticas de austeridad que apuntan a beneficiar el capital especulativo y los intereses de las grandes corporaciones multinacionales, siempre con el sacrificio de la soberanía nacional".
Sobre el proceso de destitución de Dilma Rousseff y el paulatino acorralamiento del PT de cara a los próximos comicios, Lula indicó que en Brasil "rechazaron la voluntad que emergió de las urnas en 2014 y destituyeron a la presidenta Dilma, diseñaron la destrucción del partido de los trabajadores y lanzaron sobre el pueblo brasileño un ilegítimo y cruel programa de austeridad para imponer retrocesos en los gobiernos democráticos y, finalmente, impusieron mi condena sin pruebas y una prisión política".
Párrafo siguiente, señaló: "Estamos demostrando que la tarea que todos tenemos por delante es la de resistir y al mismo tiempo avanzar para derrotarlos, haciendo valer la soberanía nacional y popular, impidiendo la entrega de nuestras riquezas, garantizando los derechos por los que tanto luchamos y la gente tanto anhela".