Un día como hoy, pero hace diez años, Néstor Kirchner sacaba el 22 por ciento de los votos que a la postre le alcanzarían para ser presidente de la Nación desde el 25 de mayo de 2003 hasta el 10 de diciembre de 2007. Tras la deserción de Carlos Menem a la segunda vuelta electoral, el santacruceño de apellido impronunciable para la mayoría de los argentinos asumió la jefatura de Estado el 25 de mayo. Diez años han transcurrido de ese momento que en el discurso oficial se cristalizaron en la expresión "década ganada" que eligió Cristina Fernández para abrir las sesiones del Congreso Nacional este año.
Kirchner se plantó desde el inicio con un discursos cuyas palabras aún resuenan en el discurso y en la memoria de muchos: "Soy tal cual soy: sureño corajudo, decidido y responsable".
El patagónico prometió generar "un piso de reconstrucción y de refundación nacional muy importante en un marco de plena pluralidad" ya que, dijo, "acá es fundamental que el sistema político se modernice".
Al abordar el tema de la seguridad, aclaró que "no soy ni garantista ni mano dura" y adelantó que promoverá una "purga" en las fuerzas de seguridad eliminando "los muy pocos delincuentes" que hay en ellas.
También sostuvo que "para combatir el delito no hay que caer en la atrocidad que decía el ex presidente Menem, de arreglar las cosas a tiro limpio" y advirtió que "tiene que haber normas de convivencia".
"Tengo que demostrarle a los argentinos que, después de las cosas que pasaron, la gente creyó ver en algunos dirigentes (lo que en realidad no eran), por eso vino el fracaso del 99 (con la Alianza)", enfatizó.
Kirchner le dijo en una entrevista a un cronista radial apenas se supo que había ganado las elecciones: "Colóquese en mi lugar ante esta oportunidad histórica, ante un hecho que la vida pone en muy poca gente. Quiero estar a la altura de las circunstancias, quiero a una Argentina en la que se hacen las cosas bien, cristalinas. Somos capaces de corregir si fundamentalmente generamos el piso de reconstrucción, de refundación nacional muy importante en un marco de plena pluralidad. Acá es fundamental que el sistema político argentino se modernice".
"Dios quiera que nos vaya bien, hay que establecer un diálogo totalmente diferente de la sociedad, lo tenemos que tener. Cada tanto, cuando uno ocupa lugares importantes la gente tiene que desacartonar el poder", decía hace diez años Néstor Kirchner, al inaugurar su mandato e iniciar con su apellido una era de gobierno que dividió las aguas en la Argentina.