Ni Raúl Levrino (Seguridad) por los fallos del 911, ni Ana María Nadal (Salud) por las vacunas con pérdida de cadena de frío y el colapso sanitario, Ni Enrique Vaquié (Energía) por la fallida Lucha Antigranizo, ni Víctor Ibáñez (Gobierno) por el intercambio de favores políticos por subsidios con el pastor Bonarrico.
El Gobierno de Mendoza mantiene la fórmula de que sus ministros no acudan a la Legislatura a dar explicaciones cuando se revelan ineficiencias o lados oscuros de la gestión de Rodolfo Suarez. Cuando la oposición lo ha solicitado, los funcionarios de Suarez se han negado, o han acudido muchos meses más tarde, en algunos casos.
Esa elocuente realidad fue denunciada este martes en la sesión de la Cámara de Senadores, de la que el PJ se retiró después de que el oficialismo se negara a tratar una interpelación al ministro Ibáñez, uno de los ejecutores del acuerdo con el evangélico, quien a cambio bajó su candidatura.
De esta manera la oposición buscó mantener viva la brasa del escándalo por los subsidios, que Suarez quiere apagar con su silencio y su ausencia de la Provincia excusándose en la agenda oficial.
El pacto con Bonarrico involucra también al intendente de Godoy Cruz, Tadeo García Salazar, y según el PJ también al de Las Heras, Daniel Orozco. En sesiones anteriores, el justicialismo se trenzó con oficialistas por la opacidad de los acuerdos, pero no logró que pasaran sus pedidos de mayor información.
Este martes, el jefe de bloque del PJ, Lucas Ilardo, insistió con el pedido, pero fue denegado. El desaire derivó en una acalorada intervención del legislador y la posterior salida del recinto de los justicialistas.
"No va a explicar Ibañez porqué firmó un decreto sin fundarlo, porqué 18 millones, ni porqué le iba a actualizar cada tres meses el sueldo a Bonarrico y no lo puede hacer con anestesistas, maestros. En esta decisión de no venir está la ruptura de la institucionalidad. Estamos ante un encubrimiento. Esta sesión tiene un viso de encubrir un acto. Si el ministro hubera dado un paso al costado no pediríamos que viniera a explicar. De manera que no vamos a continuar en la sesión. Están rotos los canales institucionales de la provincia", remarcó.
Siguió: "Cuando hay un lío Suarez se esconde o se va de viaje, decide no hablar. En la Legislatura lo que quieren es tapar las cosas, ocultar los temas. Frente a esto nos vamos de la sesión".
Para el Gobierno es un show de la oposición
Martín Kerchner (UCR) acusó a Ilardo y a la oposición de "hacer un show para las cámaras. El show y la ciencia ficción por sobre lo que pasa en las calles como la falta de gasoil o el gasoducto Néstor Kirchner. El justicialismo se negó a hacer un informe de hace 10 años para acá", dijo sobre la posibilidad de revisar los subsidios otorgados por el Ejecutivo.
Después de los cruces, el oficialismo siguió con su agenda de temas, entre los que estaba la ratificación del acuerdo de la provincia con el Banco Nación como agente financiero.
Bonarrico, un síntoma
La semana pasada una exaliada de Suarez, Mercedes Llano (PD) dedicó su intervención en la Cámara Baja a detallar cómo el cornejismo construyó su poder en los últimos años, acaparando desde la Justicia a los entes de control, con la ayuda del manejo de la pauta publicitaria en los medios masivos para acallar, omitir o ensalzar temas según la conveniencia de Cornejo y sus alfiles.
En ese marco, Llano evaluó el caso Bonarrico como un síntoma de un entramado de corrupción que abarca todos los estamentos del Estado, un engranaje más que el oficialismo aceitó para continuar con el manejo de los hilos del poder.