"Las cuatro provincias que son por donde pasa el río Colorado como Neuquén, La Pampa, Rio Negro y Buenos Aires me pidieron que haga un estudio de impacto ambiental sobre los efectos de la construcción de esa obra (por Portezuelo) y haré lugar a ese estudio, voy hacer lugar porque los ríos no son propiedad de nadie, sino de los argentinos y argentinas que la necesitan", adelantó Alberto Fernández en La Pampa, donde realizó este martes una reunión de gabinete federal.
De esta manera anticipó lo que podría ser su decisión en el laudo presidencial por Portezuelo del Viento al que acudió Mendoza a principios de año en un intento de zanjar los planteos de las cuatro provincias aguas abajo del río Colorado, cuyo principal afluente es el río Grande, donde se quiere levantar la obra.
En La Pampa las declaraciones de Fernández fueron celebradas como si del mismo laudo se tratase. Casi sin poder reaccionar, el Gobierno de Mendoza prefirió apegarse a los tiempos de espera del laudo. “Es una declaración fuerte por parte del presidente, pero vamos a esperar para ver cómo lo escriben en el laudo”, le dijo a la prensa el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez.
"El agua es un bien escaso, no es propiedad de nadie, yo veo la necesidad que tienen provincias de agua porque es necesaria para vivir, para la industria, para la producción agrícola: y si no tenemos industria o producción agrícola no tenemos trabajo y tenemos menos calidad de vida. Tenemos que desarrollar el suministro de agua para que llegue a cada habitante para tomarla pero también para la producción", fue otro de los párrafos que el presidente le dedicó a los pampeanos.
"Hay un proyecto en Mendoza, que es Portezuelo del Viento, donde alguna vez se pensó hacer un dique allí, afectando las aguas del río Colorado. El río Colorado nace allí pero recorre Neuquén, Río Negro, La Pampa, y Buenos Aires: el río Colorado no es de una provincia sino de todos los argentinos y eso es algo que todos deberíamos poner en valor y entender porque no se puede resolver las cosas de un modo tan simple porque la solución para uno puede ser un problema para cuatro y eso no es una solución, es esa economía donde unos pocos se quedan con mucho y millones padecen la cadencia", siguió Fernández.
Suarez prepara un plan B
Rodolfo Suarez usó Portezuelo del Viento como un botín de guerra contra la Nación e reiteradas oportunidades. La última fue en la Asamblea Legislativa, donde descargó toda la responsabilidad en el laudo, si contextualizar la batalla previa que Mendoza tiene por el uso unidireccional del río Atuel, lo cual secó todo el oeste pampeano.
Tampoco mencionó Suarez que, más allá de las quejas en público, el trámite por el laudo presidencial no había sido completado en 2021, y por ello durante meses se demoró la decisión. E todo ese tiempo, Mendoza sostuvo su postura de oponerse a un nuevo estudio de impacto ambiental que contemplara la afectación en toda la cuenca.
A principios de febrero, Suarez planteó que propondría un debate para decidir qué obras hacer con esa plata.
“Ojalá tengamos un fallo favorable del presidente. Si no tenemos un fallo favorable, porque toma en cuenta los argumentos de las otras provincias, nosotros inmediatamente esa plata que tenemos y estamos cuidando, que es de mendocinos y mendocinas, tenemos que volcarla de manera urgente en la productividad de Mendoza, para generar empleo”, apuntó el mandatario.
El resto de las provincias que se verán afectadas por la construcción del dique espera con igual expectativa el laudo de Alberto Fernández. Neuquén, La Pampa, Río Negro y Buenos Aires pretenden que se haga un estudio integral de la cuenca del Colorado, teniendo en cuenta el cambio climático y la disminución del caudal de los ríos.
En ese sentido, la construcción de los Nihuiles sobre el Atuel, que derivó en la sequía constante del oeste pampeano, pesa como antecedente del manejo unilateral del agua por parte de Mendoza, que no suelta la cantidad de agua exigida por la Corte.