Señalizarán cinco ex centros clandestinos de detención clave en Mendoza como parte del despliegue represivo del Plan Cóndor

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El cartel que señalizará al Liceo Militar Espejo como ex Centro Clandestino de Detención. Foto: Sitios de la Memoria

Este viernes y sábado serán señalizados como ex Centros Clandestinos de Detención cinco sitios clave en el despliegue del accionar represivo durante la última dictadura en Mendoza: el Liceo Militar General Espejo, el Hospital Militar, el Casino de Suboficiales, la Compañía de Comunicaciones 8 (será este viernes desde las 17.30) y el Campo Las Lajas (este sábado desde las 10).

Se trata de una acción de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación -a través de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria- y los actos están organizados por esta Secretaría y el Ministerio de Defensa de la Nación, en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos de Mendoza, la Municipalidad de Las Heras y los organismos de derechos humanos de provinciales.

La política de la señalización

La señalización de los ex centros clandestinos de detención y otros sitios de memoria del terrorismo de Estado hace visible el impacto local y nacional del plan sistemático de exterminio ejecutado por la última dictadura cívico-militar en todo el país y expresa en el espacio público el compromiso del Estado democrático de dar a conocer y condenar estos crímenes, impulsar el juzgamiento de sus responsables y aportar al reconocimiento y la reparación a las víctimas.

En aplicación de la Ley N° 26.691 y a través de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria creada por decreto presidencial N° 1986/14, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación articula la gestión de políticas públicas de memoria entre el Poder Ejecutivo Nacional y las áreas estatales de derechos humanos provinciales y municipales de todo el país, con eje en la preservación y difusión de estos sitios por su valor testimonial y judicial.

También se impulsa y garantiza la creación y el sostenimiento en ellos de espacios públicos destinados a la construcción colectiva de la memoria y la promoción de derechos, como el Espacio Provincial de la Memoria en el ex centro clandestino de detención del Departamento de Informaciones de la Policía mendocina (D-2).

La represión en Mendoza

Durante la última dictadura, la coordinación represiva ilegal en Mendoza, San Juan y San Luis (Subzona militar 33) dependió de la Brigada de Infantería de Montaña VIII, asentada en la capital mendocina y subordinada al Comando del Tercer Cuerpo de Ejército, con sede en Córdoba. Los grupos de tareas estaban integrados por miembros del Ejército, la Aeronáutica y las fuerzas de Seguridad federales y provinciales. En ese marco, el terrorismo de Estado desplegó unos 40 lugares de detención ilegal en toda la provincia de Mendoza, la mayoría de ellos distribuidos en la capital y en San Rafael.

Desde febrero de 2014, se lleva adelante el mayor juicio oral y público por delitos de lesa humanidad realizado en Mendoza, que fue elevado con 20 causas, más de 200 víctimas y 40 imputados pertenecientes a las fuerzas armadas y de seguridad, al personal penitenciario y civiles, entre ellos cuatro jueces y fiscales federales.

Al mismo tiempo se desarrolla un proceso oral y público en San Rafael, ambos próximos a la etapa de alegatos.

Informe Explícito: Juicios de Lesa Humanidad en Mendoza y San Rafael

Desde 2010 se realizaron tres juicios (dos en la capital y uno en San Rafael) que culminaron con la condena de 19 responsables de crímenes cometidos en la provincia. Varias causas más están en etapa de instrucción.

La historia de los sitios que serán señalizados

Liceo Militar General Espejo
El mismo día del golpe de Estado fueron secuestrados y traídos a este centro de formación del Ejército Argentino numerosos referentes políticos, sindicales y sociales -entre ellos funcionarios, dirigentes gremiales, académicos y periodistas-, quienes permanecieron ilegalmente privados de su libertad por diversos períodos de tiempo. Las detenciones masivas, que superarían el centenar, continuaron los días posteriores al 24 de marzo, al punto que distintas dependencias del Liceo terminaron transformadas en celdas: oficinas, dormitorios de tropa de servicio, duchas de la Guardia y un galpón incendiado tiempo atrás. Para su interrogatorio, las víctimas eran conducidas a otras dependencias del predio y en todo momento padecieron condiciones de detención aberrantes.

Este lugar formó parte del circuito de centros clandestinos de reclusión de Mendoza. La mayoría de los detenidos, incluyendo los que provenían del Departamento de Informaciones (D-2) de la Policía mendocina o de la Penitenciaría Provincial, eran posteriormente conducidos a la Compañía de Comunicaciones de Montaña 8, reingresados a la Penitenciaría o trasladados en aviones de la Fuerza Aérea para su encarcelamiento en la Unidad Penal 9 de La Plata.

En el megajuicio actualmente en curso, están acusados el Director y el Subdirector del Liceo Militar durante la última dictadura. El primero de ellos está siendo juzgado simultáneamente en el juicio conocido como “Plan Cóndor”.

"Solo Dios en este momento es mi juez, y sabe que mi conciencia está limpia y tranquila”, expresó Tragant en el Megajuicio semanas atrás, y agregó: “Como militar estoy orgulloso de haber cumplido siempre con las leyes y órdenes militares. Jamás intervine en la lucha contra la subversión”.

Informe Explícito: el rol del Liceo Militar durante la dictadura

Hospital Militar
El Hospital Militar funcionó como centro de apoyo sanitario para la represión ilegal, ya que a este establecimiento fueron conducidos para su atención médica, hombres y mujeres perseguidos por razones políticas, tras haber sido torturados en distintos centros clandestinos de detención, entre ellos los la Compañía de Comunicaciones de Montaña 8, el Liceo Militar Gral. Espejo y el Casino de Suboficiales de la Compañía de Comandos y Servicios de la Brigada de Infantería de Montaña VIII, así como la Penitenciaría provincial.

Las víctimas eran ingresadas por la guardia médica y permanecían en una sala bajo custodia de personal militar, para luego ser trasladadas nuevamente a los lugares de detención clandestina. Algunas de ellas permanecen desaparecidas.

Casino de Suboficiales/ Brigada de Infantería de Montaña
Centro de detención de mujeres. En esta dependencia (un chalet ubicado en los fondos del Hospital Militar, cercano a la capilla y frente a la Penitenciaría Provincial) permanecieron cautivas mujeres perseguidas por su militancia política, sindical y social. Para su interrogatorio eran vendadas, llevadas por turnos a otros lugares del mismo predio y sometidas en forma reiterada a todo tipo de torturas.

Muchas de las víctimas fueron secuestradas en sus domicilios o lugares de trabajo, otras provenían de centros clandestinos de detención como el Departamento de Informaciones de la Policía mendocina (D-2) y seccionales policiales. Posteriormente fueron recluidas en la Penitenciaria Provincial o trasladadas en aviones de la Fuerza Aérea hacia la Unidad Penal 2 de Villa Devoto.

Por hechos vinculados con este establecimiento se encuentran procesados, entre otros, quienes fueron jefes de la Compañía de Comandos y Servicios, de la que dependía el Casino de Suboficiales.

Compañía de Comunicaciones de Montaña VIII
En esta unidad del Ejército Argentino funcionó un centro clandestino de detención en el que permanecieron secuestrados y fueron torturados militantes políticos, sociales y sindicales desde 1975 (previo al golpe de Estado) y, de manera sistemática, a partir del 24 de marzo de 1976.

Los detenidos en este campo de concentración eran masivamente recluidos en barracones ubicados hacia el centro del predio. El área se encontraba rodeada por alambres de púas y custodiada por soldados apostados con ametralladoras. Los interrogatorios bajo tortura se realizaban principalmente en una sala de la Central de Radiocomunicaciones, aislada del resto de las edificaciones. Si bien los barracones fueron parcialmente demolidos, pudieron ser identificados por sobrevivientes durante el reconocimiento realizado por la Conadep en 1984 y en inspecciones ordenadas en el marco de los juicios por delitos de lesa humanidad.

La mayoría de las víctimas provenían de los otros lugares de reclusión ilegal como el Liceo Militar “General Espejo” y el Departamento de Informaciones (D-2) de la Policía mendocina, para ser luego trasladadas a la Penitenciaría Provincial o conducidas en aviones Hércules de la IV Brigada Aérea hacia la Unidad 9 de La Plata. Algunas de ellas continúan desaparecidas.

En los juicios realizados en 2012 y 2013, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de Mendoza condenó al entonces jefe de la Compañía de Comunicaciones y al responsable del centro de reclusión ilegal.

Campo Las Lajas
En lo que fuera un campo de tiro aéreo de la IV Brigada dependiente de la Fuerza Aérea Argentina permanecieron secuestrados y fueron torturados hombres y mujeres perseguidos por su militancia política, social y sindical, la mayoría de los cuales continúan desaparecidos. Los pocos testigos sobrevivientes reconocieron el lugar donde los detenidos permanecían atados y vendados en carpas y en una pieza de chapa que era parte de la construcción utilizada por la IV Brigada como apoyo del campo de tiro aéreo. La carpa grande “se vaciaba y se volvía a llenar”, testimonió uno de ellos, dando cuenta de la gran cantidad de personas que fueron víctimas de desaparición forzada en este sitio.

El “Campo Las Lajas” fue localizado en 2004 por el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), Regional Mendoza, que es querellante junto a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en la causa judicial “Centros Clandestinos de Detención dependientes de la Fuerza Aérea”, que se tramita en el Juzgado Federal Nº 1 de Mendoza, con instrucción de la Fiscalía Especial para Delitos de Lesa Humanidad.

Las investigaciones en curso -impulsadas por el MEDH y a cargo del cuerpo de peritos de la Universidad de San Luis, del Equipo Argentino de Antropología Forense y de la Universidad Nacional de Cuyo, con el apoyo del Municipio de Gral. Las Heras- buscan determinar si aquí fueron asesinadas personas que aún permanecen desaparecidas y si sus cuerpos fueron enterrados en fosas comunes clandestinas.

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