Este martes declaró en el Megajuicio por delitos de esa humanidad -mediante teleconferencia, desde la Cámara de Casación Penal en Buenos Aires- Carlos Horacio Tragant, ex oficial del Ejército que dirigió durante la dictadura el Liceo Militar Espejo y fue el primer gobernador defacto de San Juan.
Acusación
- A Tragant se lo acusa de privación abusiva de la libertad agravada en 9 hechos, homicidio doblemente agravado en un hecho y tormentos agravados.
Tragant era el mandamás en el edificio del Liceo, centro de adiestramiento castrense donde se educan en modalidad de internado miles de jóvenes mendocinos, y funcionaba también un centro clandestino de detención, depósito, tortura y traslado de presos políticos.
Tragant –acusado de jugar un papel clave en la aplicación del plan sistemático de represión Operación Cóndor– ofreció detalles sobre aquel encuentro en donde se lo instruyó sobre tareas de coordinación con el excoronel Pablo Antonio Tradi, Subdirector del Liceo General Espejo, en el traslado de los detenidos alojados en el liceo, que, según relataron algunos sobrevivientes ante el mismo tribunal era un depósito de presos, con calabozos improvisados hasta en las duchas.
En su declaración ahondó sobre “normas y principios que deben cumplir los militares regidos en reglamentos públicos y reservados”; elogió el desempeño del Liceo Militar y aseguró que “nunca tuvo ninguna queja de cómo funcionaba el mismo”.
A Tragant se lo acusa, entre otros delitos, de privación abusiva de la libertad agravada en 9 hechos, homicidio doblemente agravado en un hecho y tormentos agravados. La extensa lista de sus víctimas incluye a Santiago Illa, Arturo Marcos Garcetti, Carlos Enrique Abihagle, Osvaldo Aberastain, Carlos Enrique Luna, Carlos Venier, Rafael Antonio Moran, Carlos Fiorentini, Horacio Martínez Baca, Santiago Illa, Horacio Martinez Baca, Carlos Fiorentini y Carlos Enrique Luna.
Tragant aludió a las cuatro oportunidades en las que prestó declaración y fundamentó sobre la posibilidad de “una confusión” en los testimonios que lo incriminan. En este sentido se detuvo en las causas que investigan la detención ilegal de Enrique Luna (fallecido en el 2002) y el asesinato de Santiago José Illa.
“Solo Dios en este momento es mi juez, y sabe que mi conciencia está limpia y tranquila”, expresó Tragant y agregó: “Como militar estoy orgulloso de haber cumplido siempre con las leyes y órdenes militares. Jamás intervine en la lucha contra la subversión”.
El imputado cerró su declaración dirigiéndose al Tribunal al decir: “yo también me he sentido torturado psicológicamente. Soy una persona honesta y de bien que ha estado entre rejas” y reiteró: “Siempre cumplí órdenes. Soy responsable pero no culpable”.
Fuente: Ministerio de Desarrollo Social / Archivo Explícito / juiciosmendoza.blogspot.com.ar