El futbolista uruguayo Luis Suárez aseguró que luego de la sanción de la FIFA por el mordisco en el partido de Uruguay ante Italia trabajará para que no se repita. Lo hizo al ser presentado por el Barcelona ante los medios en un acto.
"La sanción es la que es. Hay que aceptarla. He tratado con profesionales para evitar que vuelva a suceder" , dijo el delantero charrúa.
Sobre ese tema también afirmó: "Tuve días que no tenía ganas de hacer nada. Estaba muy deprimido. Reflexioné y sabía que tenía que aceptar la realidad, pedir perdón al jugador y a mi selección, y ahora trabajar para el Barcelona".
El uruguayo firmó por Barcelona hace un mes, pero no pudo ser presentado hasta ahora por la sanción que le impuso la FIFA por su famoso mordisco al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil.
La FIFA lo castigó hasta el 25 de octubre sin jugar ni poder participar en actos públicos y entrenarse con el Barcelona, pero la Corte Arbitral del Deporte (CAS) le levantó parcialmente la sanción, permitiéndole entrenar y jugar partidos amistosos.
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Suárez participó el lunes unos minutos en el trofeo Joan Gamper, en el que el Barcelona ganó 6-0 al Club León de México.
"Las sensaciones fueron emocionantes y espectaculares. Nunca jugué en el Camp Nou y tener contacto con la gente era interesante. Me encantó. Todavía no lo puedo creer", aseguró sobre su debut ante su hinchada.
Suárez estuvo acompañado por el vicepresidente deportivo del Barcelona, Jordi Mestre, quien explicó que el costo de la operación ascendió a 80 millones de euros (106,7 millones de dólares). Aunque recordó que el club azulgrana consiguió rebajar la cláusula de rescisión que tenía con el Liverpool, su anterior club, valorado en 95 millones de euros (126,8 millones de dólares).
Suárez llega a Barcelona avalado por una última extraordinaria temporada con el Liverpool, en la que consiguió 31 goles, igualando así al jugador del Real Madrid Cristiano Ronaldo.