El lobby del gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, a favor de las petroleras que pugnaban por un subsidio para producir gas en Vaca Muerta recibió un golpe letal del presidente Mauricio Macri. Para cumplir con el ajuste exigido por el Fondo Monetario Internacional el macrismo decidió un recorte a la masa de subsidios que había comprometido con las petroleras que producen gas en Vaca Muerta.
En la volteada cayeron siete proyectos que unos días atrás fueron defendidos por el gobernador neuquino, aliado de Macri en la política para la formación no convencional. Tres de los siete bloques que recibirán subsidio son de YPF (El Orejano, Aguada la Arena y Rincón del Mangrullo), dos de Pampa Energía (El Mangrullo y Sierra Chata ), uno de Pluspetrol (La Calera) y uno de la estadounidense Exxon (Los Toldos 1 Sur).
Gutiérrez había anunciado con prepotencia que su gestión había conseguido que el gobierno de Macri reconsiderara el recorte. Entonces, se arrogó haber conseguido subsidios para las cuatro petroleras que estaban a la espera.
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Sin embargo, en plena campaña por su reelección Gutiérrez vio cómo Lopetegui desmintió su discurso con un acto cierto y contundente: le cerró la puerta de los subsidios para siempre a los siete bloques neuquinos. El gobernador hizo silencio de radio hasta ahora.
El golpe de Macri a Gutiérrez difícilmente pueda capitalizarlo electoralmente el candidato radical macrista Horacio Pechi Quiroga, quien encabeza la boleta de Cambiemos. El plato está servido en la mesa de la campaña de Unidad Ciudadana - Frente Neuquino, ahora depende del apetito y el estilo para comer del candidato a gobernador de la coalición kirchnerista, Ramón Rioseco.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, ordenó a Energía, que está bajo la órbita de su cartera, recortar la masa de la Resolución 46 de 1300 millones de dólares a no más de 700 millones de dólares. La Resolución 46 fue firmada por Juan José Aranguren en 2017, cuando era ministro de Energía y gozaba de superpoderes para manejar la política energética nacional. Fijó las condiciones para subsidiar la producción de gas no convencional.
El ex CEO de LAN, Gustavo Lopetegui, quien sirvió al jefe de Gabinete, Marcos Peña, asumió la Secretaría de Energía horas antes del brindis de fin de año con el objetivo de hacer el ajuste lo antes posible. Su antecesor, Javier Iguacel, se cayó en seis meses del cargo sin haber nada más que una serie de discursos contra el kirchnerismo. Sonaba para candidato a vice de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. Ahora se dice que el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, le tiene reservado un conchabo.
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Lopetegui reformuló la resolución 46 para distribuir el ajuste entre las petroleras que tenían aprobados sus planes, a las que les mandó un borrador con su proyecto. La respuesta fue que preparara a sus abogados para una demanda mil millonaria al Estado.
Entonces, el gobierno de Macri decidió hacer el ajuste sin cambiar los términos de la resolución 46, aunque desde ahora hará una reinterpretación de la letra que dejó el ex presidente de Shell, Juan José Aranguren, en su paso por la cartera de Energía del gobierno macrista. En lugar de subsidiar el total de la producción, como hasta ahora, el gobierno reconocerá a los fines de la entrega de fondos públicos los volúmenes proyectados por las empresas en los proyectos que les fueron aprobados.
Esta línea va en contra de los intereses de Tecpetrol, que estimó en su declaración que a esta altura produciría unos ocho millones y medio de metros cúbicos diarios de gas, pero en la práctica ya superó los 17 millones. Hasta ahora, cobró subsidio por el total. Desde ahora, cobrará por menos de la mitad de ese volumen, puesto que declaró que sacaría a esta altura 8,5 millones de metros cúbicos diarios.
El origen del conflicto
La Resolución 46 estableció un precio sostén para el gas natural producido en yacimientos no convencionales: 7,50 dólares por millón de BTU en 2018; 7, en 2019; 6,50, en 2020, y 6 dólares por millón de BTU en 2021. Actualmente el precio de mercado en el país para el gas natural ronda los cuatro dólares. La diferencia entre el mercado y el sostén se paga con fondos públicos.
El subsidio no es para todo el gas no convencional, sino para el volumen de producción por encima del año anterior a la vigencia de la resolución en cuestión. Además, para cobrar las empresas deben presentar sus proyectos y estos tienen que ser aprobados por el gobierno de Macri.
El primero en conseguir el subsidio fue el proyecto de Tecpetrol para el bloque Fortín de Piedra, que producía un volumen ínfimo antes de la Resolución 46 y saltó a más de 17 millones de metros cúbicos diarios con el subsidio, el área de Vaca Muerta que más gas inyectó a la red. El resto de las petroleras se quejó por lo bajo en su momento por el trato recibido por la petrolera de Rocca. Luego, las quejas se fueron apagando con la incorporación de las compañías más influyentes al plan.
La crisis financiera que llevó al gobierno a cobijarse en el Fondo Monetario Internacional quemó todos los papeles. Se cayó Aranguren del ministerio y su Resolución 46 entró en discusión porque el organismo internacional pidió recortar los montos destinados a los subsidios de Vaca Muerta dentro del paquetazo impuesto a cambio de otorgar a Macri un financiamiento por más de 50 mil millones de dólares.