Las primeras informaciones oficiales surgidas de las elecciones de mitad de mandato de Donald Trump indican que el Partido Republicano logró retener el control de la Cámara de Senadores, mientras el Partido Demócrata se alzaría con la mayoría en la Cámara de Representantes.
Como sea, Trump resistió la marea azul que presagiaban los demócratas, aunque tendrá problemas para imponer su agenda si se consolida la tendencia que lo deja en minoría en la Cámara de Representantes.
El partido de oposición en Estados Unidos esperaba arrasar en las urnas para luego poder avanzar en un proceso de destitución del presidente del país, en base a los resultados de sus investigaciones sobre las presuntas relaciones del mandatario con el gobierno ruso, y la influencia de este en los resultados de las elecciones que llevaron al magnate al máximo sillón de la Casa Blanca.
Los dos bandos celebraron los resultados, que confirmaron los estimados de antemano por las encuestas. El retroceso del partido de gobierno es habitual en las elecciones de mitad del primer mandato de los últimos presidentes de Estados Unidos. En este caso fue similar al experimentado por el republicano George W. Bush, en 2006, y menor al que enfrentaron los demócratas Bill Clinton, en 1994, y Barak Obama, en 2010.
"Tremendo éxito esta noche. ¡Gracias a todos!", tuiteó Trump, quien no hizo ninguna aparición en persona ante sus militantes ni en los medios.
Nancy Pelosi, líder demócrata en la Cámara baja, por su parte, expresó: "Un Congreso demócrata trabajará por soluciones que nos unan porque todos hemos tenido suficiente división".