
Ucrania anunció este martes que ha logrado un consenso preliminar con Estados Unidos en torno a un plan de paz que busca poner fin al conflicto con Rusia, iniciado en febrero de 2022. El acuerdo se apoya en un documento de 28 puntos presentado por Washington la semana pasada y perfeccionado durante intensas conversaciones celebradas en Ginebra el fin de semana.
El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó en redes sociales que el plan “ha sido perfeccionado, con aportes adicionales de ambas partes”.
Las negociaciones, a full
Según detalló el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, viajará a Moscú para reunirse con el presidente Vladimir Putin, mientras que el secretario del Ejército, Dan Driscoll, mantendrá encuentros con autoridades ucranianas en Kiev.
El jefe de gabinete de Volodímir Zelensky anticipó que la visita de Driscoll podría concretarse en los próximos días.
Mientras Washington transmite cierto optimismo, el Kremlin reaccionó con cautela y las capitales europeas se muestran escépticas.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, señaló que Moscú aún no ha recibido copia del nuevo borrador y advirtió que cualquier modificación sustancial respecto del marco inicial podría cambiar “fundamentalmente” la situación. Lavrov acusó además a Europa de socavar los esfuerzos de paz impulsados por Washington.
Pese a ello, representantes rusos y estadounidenses sostuvieron reuniones en Abu Dhabi entre lunes y martes, aunque sin avances significativos en los puntos más sensibles: las garantías de seguridad para Kiev y el control de las regiones orientales en disputa.
Zelensky, por su parte, expresó su disposición a reunirse con Trump antes de fin de mes para abordar los “puntos sensibles” del acuerdo. “Mucho depende de Estados Unidos, porque Rusia presta la máxima atención a la fortaleza estadounidense”, afirmó el mandatario ucraniano.
En Europa, el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró no percibir “ninguna voluntad rusa para un alto el fuego”, y desde Londres se advirtió que aún queda “un largo camino por recorrer”.
En paralelo, la llamada Coalición de la Voluntad, integrada por aliados europeos de Ucrania, celebró una reunión virtual encabezada por Macron y el primer ministro británico, Sir Keir Starmer. Allí, junto al secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, se acordó la creación de un grupo de trabajo para acelerar la definición de garantías de seguridad para Kiev.
Obstáculos territoriales y combates en Zaporiyia
El principal obstáculo sigue siendo la exigencia de Putin de reconocimiento legal de los territorios ocupados. Moscú reclama la retirada ucraniana del Donbás oriental —que incluye Donetsk y Luhansk— y mantiene el control de Crimea, además de amplias zonas de Jersón y Zaporiyia.
En esta última región, los combates continúan: el martes por la noche se registraron ataques que dejaron al menos siete heridos, según autoridades ucranianas, y afectaron las redes energéticas en áreas bajo control ruso, dejando sin electricidad a unas 40.000 personas.
Tras casi cuatro años de guerra, el balance humano es devastador: decenas de miles de soldados y civiles muertos o heridos, y millones de desplazados. El nuevo intento de paz abre una ventana de negociación, pero las profundas diferencias entre Kiev y Moscú mantienen la incertidumbre sobre la posibilidad real de un alto el fuego duradero.


