
En una jornada marcada por la masiva movilización de los gremios, la Confederación General del Trabajo (CGT) protagonizó una marcha en la avenida Independencia de Buenos Aires, con un mensaje claro: "El trabajo es sagrado".
Bajo la voz resonante del Papa Francisco, que emergía de las torres de sonido instaladas por la central sindical, los gremios dejaron en evidencia su identificación no solo religiosa, sino política con el fallecido pontífice.
Una movilización multitudinaria y un mensaje de unidad
Desde temprano, la avenida Independencia se colmó de columnas sindicales que avanzaron lentamente, encabezadas por los principales referentes gremiales. Hugo Moyano, líder de los camioneros, hizo un llamado a la unidad de los trabajadores para enfrentar lo que calificó como una realidad insostenible. En la misma línea, el triunviro Héctor Daer cuestionó el modelo económico de Javier Milei, argumentando que "no es socialmente sustentable" y que la clave para una Argentina inclusiva radica en el desarrollo, la producción y el trabajo.
La convocatoria reunió a una amplia diversidad de organizaciones: la CGT, la CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores, la UTEP y movimientos sociales como Barrios de Pie y la CCC. También participaron agrupaciones de jubilados y el Movimiento Derecho al Futuro, impulsado por el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien tuvo un rol destacado en la jornada.
Un clima festivo en medio de las demandas
A pesar del reclamo y el rechazo a las políticas de ajuste del Gobierno, la jornada transcurrió en un ambiente de entusiasmo. Las columnas llegaron al Monumento al Trabajo mientras, desde los altavoces, se escuchaban consignas contra las reformas que el FMI impulsa en el país. Pequeñas bandas animaban la marcha, con la delegación de docentes privados del Sadop como una de las más festivas.
Entre los gremios con mayor presencia destacaron UPCN, que movilizó delegaciones de todo el país, así como Camioneros y UOCRA, cuyos integrantes denunciaron provocaciones de la Policía Federal al intentar cruzar la avenida 9 de Julio. Según los sindicalistas, el intento de bloqueo formaba parte de una estrategia de intimidación, aunque finalmente lograron avanzar sin incidentes.
Un rechazo firme al ajuste y a la falta de diálogo
El documento difundido por la CGT durante la jornada expresó una fuerte preocupación por la falta de diálogo del Gobierno y los efectos de su política de ajuste. "La gestión pública basada estrictamente en objetivos monetarios deteriora la calidad de vida y profundiza la desigualdad", sostenía el comunicado, criticando el desfinanciamiento de las provincias y el impacto en las economías regionales.
En un encuentro posterior en la sede de la CGT, los dirigentes sindicales se reunieron con Axel Kicillof y funcionarios bonaerenses para analizar la situación y definir futuros pasos. Kicillof alertó sobre los efectos de la política económica en el tejido productivo y destacó el rol del movimiento obrero para frenar el avance de las reformas.
La movilización dejó en claro que la CGT y los gremios no están dispuestos a ceder en su lucha contra las medidas económicas que afectan a los trabajadores. Con una nueva convocatoria programada para el 24 de mayo, el sindicalismo promete seguir defendiendo sus derechos ante lo que consideran un avance regresivo del Gobierno nacional.