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Marcelo Gallardo dejó los análisis futbolísticos para otro momento al declarar ante la prensa al final del triunfo 1 a 0 sobre el japonés Sanfrecce en una de las semifinales del Mundial de Clubes. Prefirió ir con el discurso al futuro: con Barcelona como rival en la final, el domingo.
"El objetivo era jugar la final. No era fácil. Se ganó, que es lo más importante. Lo que viene es lindísimo, es hermoso. Teníamos que saltear este partido y se cumplió el primer objetivo. Ahora vamos a disfrutar", dijo sobre el césped de la cancha después del pitazo final.
El entrenador valoró la entrada de Lucho González y Tabaré Viudez: "Teníamos que tener más la pelota, por eso buscamos con Lucho conseguir ese pase clave. Además necesitábamos un poco más de dinámica en el ataque y la tuvimos con Tabaré".
