España: Podemos le propuso al PSOE conformar un gobierno progresista con Pablo Iglesias como vicepresidente de Pedro Sánchez

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El líder de Podemos, Pablo Iglesias, propuso al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y a Izquierda Unida (IU) negociar un gobierno de coalición en el que él sería el vicepresidente del socialista Pedro Sánchez, que de esta manera sucedería al líder del derechista Partido Popular, Mariano Rajoy. El actual presidente quedó en la cuerda floja luego de que en los comicios no obtuviera el número de asambleístas que le permitieran formar gobierno en acuerdo con la fuerza derechista nueva Ciudadanos.

En España el presidente resulta de acuerdos parlamentarios cuando ningún grupo político tiene la cantidad de congresistas como para imponerse sin aliados, como le ocurrió a Rajoy cuando ganó el mandato en curso. El PP sumado a Ciudadano no consigue los votos necesarios, entonces, el PSOE tiene la chance de acordar con IU y Podemos para llevar a su abanderado, Pedro Sánchez, al poder.

"Si (el conservador Mariano) Rajoy fracasa (en formar gobierno), por supuesto hablaré con Pablo Iglesias para la conformación de un gobierno progresista y reformista", respondió Sánchez a la oferta del dirigente del partido de izquierda que en las elecciones del 20 de diciembre irrumpió como tercera fuerza política en España.

"Los votantes de Podemos y los socialistas no entenderían que Iglesias y yo no nos entendiéramos", añadió, utilizando la frase que repite desde hace un mes, cuando el socialista constató en las urnas que necesitaría más de un pacto para desbancar al Partido Popular (PP) de Rajoy del poder.

"He hablado con Pablo Iglesias y estamos de acuerdo en que tiene que haber cambio. Programa por delante, siempre", escribió por su parte Alberto Garzón, líder de IU, en su cuenta de Twitter.

Éste hipotético gobierno de izquierdas no tendría mayoría absoluta, por lo que necesitaría del apoyo, para constituirse y tener estabilidad, de los valencianos de Comprimís y de los nacionalistas vascos, además de la abstención de los independentistas catalanes, previendo la oposición del PP y los liberales de Ciudadanos.

Sin embargo, Sánchez reiteró su compromiso con la unidad de España y remarcó que no va a buscar "el apoyo de los independentistas". En cambio, volvió a tender la mano a los liberales de Ciudadanos.

El secretario general del PSOE eludió responder si aceptaría a Iglesias como su vicepresidente pero tampoco lo descartó: "Lo primero es hablar de las políticas y luego de cómo se conforma el gobierno".

No obstante, pidió "respetar los tiempos" y esperar que Rajoy, líder del PP y presidente en funciones, fracase en su intento de formar gobierno antes de comenzar a negociar.

"En democracia no hay atajos, este es el tiempo de Rajoy", subrayó Sánchez en una conferencia de prensa que brindó en el Congreso de los Diputados tras una audiencia con el Felipe VI en el marco de la última jornada de la ronda de contactos que el monarca mantiene con los partidos con representación parlamentaria antes de designar al candidato a la presidencia del gobierno de España.

El rey recibirá a Rajoy después de que el presidente del gobierno en funciones ratificó ayer que no se bajaría de su candidatura a la reelección, en medio de rumores en ese sentido ante la constatación de que no logrará la investidura por falta de apoyos.

"España no se puede permitir esperar, España no tiene por qué esperar a Rajoy", había dicho Iglesias al lanzar su oferta.

El dirigente socialista confesó que conoció la propuesta de Iglesias de boca del rey, quien recibió al líder de Podemos en una audiencia previa a la suya.

"Entré sin gobierno y cuando salí me enteré que ya tenía gabinete", dijo, irónico, Sánchez, para luego agradecer la oferta de Iglesias.

Respecto al contenido de la misma, señaló que hay margen para un pacto porque PSOE y Podemos pueden "estar de acuerdo en el diagnóstico" de los problemas que tiene España, aunque advirtió que "otra cosa son las políticas, los instrumentos para luchar contra la desigualdad, la corrupción y la crisis de Cataluña".

Iglesias sorprendió con el anuncio de que pretendía negociar un gobierno con el PSOE, algo que había rechazado en campaña, luego de reunirse con Felipe VI, que fue el primero en conocer las intenciones del líder de la fuerza anti ajuste.

"Hemos decidido tomar la iniciativa y dar un paso adelante. En este momento no caben medias tintas. O se está por el cambio o por el inmovilismo y el bloqueo", dijo el dirigente izquierdista, quien defendió que el nuevo Ejecutivo debe abordar medidas urgentes de emergencia social y cambios constitucionales.

"Si el PSOE quiere, puede haber un gobierno paritario, del cambio. Será un honor para mí, para nosotros, formar parte de ese gobierno", afirmó Iglesias.

El dirigente se mostró rodeado de algunas figuras de Podemos para los que pidió un lugar en el futuro gabinete, entre ellos Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, Irene Montero, el general Julio Rodríguez, Victoria Rosell y Xavier Domènech, de la alianza catalana
En Comú Podem.

Iglesias aclaró que su partido no renuncia a la celebración de un referéndum sobre la secesión de Cataluña -algo a lo que Sánchez se opone- pero sostuvo que esta cuestión es una "propuesta" que se tendrá que hablar "junto con muchas otras".

“Hacen faltan personas que aseguren con hechos la coherencia entre lo que se dice y se hace. Por eso tiene que ser un compromiso para gobernar. Por eso creo que tengo que ser vicepresidente", argumentó Iglesias.

"Creo que incluso la posibilidad histórica de que (Sánchez) sea presidente es una sonrisa del destino que tendrá que agradecer", añadió.

Entre los reclamos del dirigente de Podemos figuran "una ministra o ministro de Economía que revierta los recortes e impulse empleo de calidad" y un "Ministerio de plurinacionalidad" para sus socios de En Comú.

Según remarcó Iglesias, las negociaciones con Sánchez deben ser un "diálogo abierto a la ciudadanía", por lo que pidió a los medios de comunicación que faciliten un debate televisado en el que ambos dirigentes puedan presentar sus propuestas para el
futuro gobierno.

"Somos una sociedad madura, vamos a hablar a la cara y delante de todo el mundo", argumentó. Sánchez se mostró de acuerdo:

"Todas las conversiones por streaming, estoy encantado en que se haga así", sostuvo.
Iglesias manifestó que al rey le había parecido que su propuesta era "razonable", aunque Sánchez no quiso develar nada respecto a las impresiones de Felipe VI.

Desde el PP afirman que Rajoy hará "una oferta que los socialista no podrán rechazar".

"Lo lógico es un gobierno de las fuerzas constitucionalistas, con los sacrificios que hagan falta, concesiones las que sean necesarias, lo de menos será quien lo preside", dijo hoy la ex presidenta madrileña Esperanza Aguirre, sugiriendo que Sánchez podría ser presidente de un gobierno del PP, PSOE y Ciudadanos.

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