
26 de octubre de 2010. 2 de agosto de 2025. Uspallata. Mismo escenario, mismas apetencias mineras, mismo pueblo movilizado. Quince años después, en la villa cordillerana se vivirá otra vez la escena de la audiencia pública por el proyecto que busca perforar la cordillera en busca de oro y cobre, en el subsuelo de la estancia Yalguaraz. Esta vez, habrá dos audiencias: una organizada por el Gobierno y la minera, y la otra convocada por vecinos y asambleístas, en claro rechazo al proyecto.
Miles de personas se movilizaron en 2010 en auto o en micro. Otras a pie desde sus casas, hacia el enorme galpón de Vialidad en Uspallata, la mayoría de ellas para decirle no a la construcción de la mina. Esta vez ocurrirá lo propio, con la variante de que habrá dos audiencias: una en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cuyo, que será nutrida con un caravanazo desde las rutas provinciales, y otra en la que el Gobierno y San Jorge pretenden empardar la concurrencia en un campamento minero, donde se hará la audiencia oficial.
Con los números de la economía en rojo, Cornejo impulsa la megaminería como tabla de salvación para Mendoza
La postal de la masividad, que le significó a los peronistas Celso Jaque y Paco Pérez dar marcha atrás con el proyecto, quiere ser replicada por Alfredo Cornejo pero para dar cuenta de que hay una mayoría que sí quiere la minería metalífera a gran escala.
En 2010, Cornejo fue parte de los opositores al proyecto y ayudó a su caída. En su segunda gobernación, la minería ha sido entronizada como una «tabla de salvación» para una provincia fundida y con todos los indicadores de la economía en rojo tras 10 años de cornejismo en el poder.
Según el oficialismo, el humor social cambió desde entonces por la creciente pobreza, el desempleo y los malos salarios que se pagan en Mendoza. Cornejo asegura que esos factores alimentaron la licencia social para que esta vez sí se construya la mina.
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Dictámenes en contra
El camino a la audiencia pública -que no es vinculante pero representa un termómetro social de peso, o al menos así lo fue en 2010- fue generoso en dictámenes técnicos lapidarios con el proyecto tal como está planteado.
La UNCuyo, la Facultad de Medicina, el Conicet, Oikos, el experto José María Cortés y el Departamento de Hidráulica, además de la Asociación de Médicos de Argentina, desaconsejaron el avance del proyecto por su inviabilidad ambiental, social, de salud pública y económica. A todos la empresa respondió que las objeciones serían tratadas en otra etapa, ya de concreción de la mina.
Dictamen Facultad de Medicina de la UNCuyo
Dictamen de José María Cortes, experto de la UBA y el Conicet