Ochenta niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madre en lo que va del 2019 como consecuencia de los femicidios, según un relevamiento realizado por Mumalá en todo el país. Desde el inicio de año fueron cometidos 100 asesinatos de mujeres, un ritmo de un crimen cada 33 horas, indió la agrupación.
"En este contexto nacional de ajuste y pobreza, de recortes presupuestarios en áreas que deben garantizar los derechos de mujeres y disidencias, de desjerarquización de las políticas de salud, de inclumplimiento del Plan de Acción de Prevención, Asistencia hacia la Erradicación de las violencias machistas más que nunca expresamos la necesidad de la Declaración de la Emergencia en Violencia de Género", indicaron en el reporte.
Agregaron que a días de un nuevo aniversario del #NiUnaMenos analizan "con preocupación que no se ha avanzado en políticas públicas con perspectiva de género, que seguimos contando monedas ($11.36 por mujer/año) de un presupuesto recortado a la hora de monitorear e implementar estas políticas necesarias para que las mujeres y las disidencias podamos vivir tranquilas y libres de violencias".
En ese contexto, la vida cotidiana de las mujeres en Argentina se desarrolla en un contexto inseguro que empieza en las casas de las víctimas y continúaen las calles. El 46% de los femicidios fue cometido en la propia casa de las mujeres, el 24% en vivienda compartida con el asesino. 10% en la vía pública y 10% en un descampado.
Justicia y policía, instrumentos contra la mujer
Según el relevo de Mumalá, el 13% de mujeres víctimas de femicidio había denunciado a su agresor y el 7% tenía restricción de contacto o perimetral. En muchos casos, también debido a la falta de presupuesto, la mujer denuncia pero no hay seguimiento de la evolución del caso. Las páginas policiales de los diarios están llenas de historias que terminaron en femicidios en los cuales la justicia estaba al tanto de las denuncias.
En el relevo realizado por la asociación se consigna además que el 10% de los femicidas pertenecía a alguna fuerza de seguridad, de estos, el 50% policías.
Además, indica que del total de femicidios cometidos con armas de fuego, el 12% fueron perpetrados con un arma reglamentaria de las fuerzas de seguridad.
Otros datos de la investigación de Mumalá:
• 80 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madre.
• El 13% de mujeres víctimas de femicidio había denunciado a su agresor, el 7% tenía restricción de contacto o perimetral.
• El 22% de los agresores se suicidó, y el 6% lo intentó.
• El 10% de los femicidas pertenecía a alguna fuerza de seguridad, de estos, el 50% policías. Del total de femicidios cometidos con armas de fuego, el 12% fueron cometidos con un arma reglamentaria.
• El 4 % de los femicidas está prófugo.
• En el 38% de los casos víctima y victimario convivían.
• El 10% de las víctimas estuvo desaparecida.
• El 7% fue abusada sexualmente.
• El 8% estaba embarazada
• El 4.5 % de las mujeres era migrante de otro país.