Un tribunal condenó a cuatro años de prisión a Oskar Gröning, anciano de 94 años que fue contable en el campo de concentración de Auschwitz, por ser cómplice de la muerte de 300.000 personas.
Se ha dicho que no mató a nadie mientras trabajó en el campo de concentración en la Polonia ocupada por los nazi, pero los fiscales argumentaron que al clasificar dinero de los trenes que llegaban cargados de judíos, ayudó al régimen responsable de genocidio.
Gröning, que ha estado en juicio desde abril, ha admitido culpa moral pero dijo que era el tribunal el que debía decidir si era legalmente culpable.
Anteriormente este mes, el hombre había dicho que sólo podía pedir a Dios que le perdone ya que no tenía derecho a hacerlo a las víctimas del Holocausto.
Durante el tiempo que pasó en Auschwitz, el trabajo de Gröning era recoger las pertenencias de los deportados después de llegar en tren al campo y haber sido colocados en el proceso de selección que llevó a muchos de ellos directamente a las cámaras de gas.
Gröning, que tenía 21 años y que, según él mismo ha admitido, era un entusiasta nazi, fue enviado a trabajar al campo de concentración, inspeccionaba el equipaje de la gente, extrayendo y contando cualquier dinero que estuviera en su interior, y lo enviaba a las oficinas de la SS en Berlín, lo que ayudó a financiar a los nazis en la guerra.
Fuente: Cubadebate.cu