El fiscal general ante la Cámara del Crimen, Ricardo Sáenz, dictaminó que al exfiscal Alberto Nisman lo mataron. Es el primer funcionario judicial que firma una opinión en ese sentido en el marco de un caso con fuertes intereses políticos tallando para aprovechar de forma particular las consecuencias de la actuación judicial.
La investigación de la muerte de Nisman está en manos de la jueza ordinaria de la Ciudad de Buenos Aires Fabiana Palmaghini bajo la carátula de averiguación. La jueza Penal no logró establecer aún una hipótesis principal, mientras la exesposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, jueza Federal vinculada a los servicios de inteligencia, opera para provocar un cambio de fuero que lleve el expediente a la órbita de la Justicia Federal, para lo cual necesita que se instale sin dudas la hipótesis de homicidio.
Sáenz fue uno de los fiscales que organizó la marcha del 18 de febrero del año pasado, a un mes de la muerte del fiscal del caso AMIA en el baño del departamento que alquilaba para vivir en las Torres Le Parc, de Puerto Madero. El fiscal de Cámara se inclinó desde entonces por la hipótesis del homicidio, pero recién este jueves se conoció su dictamen oficial a favor de la postura de la jueza Arroyo Salgado y en contra del bagaje pericial obtenido de peritos oficiales desde que se inició la investigación por parte de Palmaghini y la fiscal en lo Penal de la CABA, Viviana Fein.
En un dictamen, que no es vinculante para el Tribunal de Apelaciones, Sáenz entendió que el homicidio es la principal hipótesis que se maneja en la causa hasta el momento a cargo de la magistrada en lo criminal Palmaghini. "Concuerdo con los apelantes en que el objeto procesal de esta causa hasta el momento, lo constituye la hipótesis de que Alberto Nisman ha sido víctima del delito de homicidio", indicó el fiscal en un dictamen presentado hoy ante la Cámara.