El juez federal Carlos Rozanski renunció a su cargo con un escrito al Consejo de la Magistratura de la Nación exponiendo una operación organizada entre los medios corporativos, sectores del Poder Judicial orgánicos al macrismo y el sindicato de judiciales tras una denuncia de Julio Piumato que data de seis años atrás y estaba archivada.
Rozanski fue el juez que presidió el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata que condenó en 2006 al ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz a prisión perpetua por crímenes cometidos durante la última dictadura militar.
La denuncia realizada por Piumato fue por supuesto acoso laboral de Rozanski a sus empleados y el expediente estaba archivado. Fue reflotado por Jorge Lanata y Romina Manguel en el programa Periodismo para Todos, el 24 de julio.
En su escrito, Rozanski apuntó: “¿Cómo puede resucitarse un expediente administrativo/disciplinario respecto del que el propio Presidente de la CDA frustra su tramitación y deja abandonado? Esta vez debo enfrentar una situación nunca antes vivida. Periodistas inescrupulosos al servicio de intereses espurios de medios de comunicación hegemónicos han anunciado públicamente el 24 de julio del corriente año que el Poder Ejecutivo Nacional había ‘decidido echar’ a tres jueces antes de fin de año y que tenía los nueve votos necesarios en el Consejo de la Magistratura".
En su defensa, el titular del Tribunal Oral Nº 1 de La Plata, que condenó al represor Miguel Etchecolatz, al cura Christian Von Wernich, y que realizó los juicios de La Cacha, Circuito Camps y la Unidad 9, consideró que su defensa “radica en que la Comisión de Disciplina y Acusación (del CM), con nueva integración a los efectos de resolver el presente, en función de los planteos de excusación y recusación, dicte la providencia de nulidad total, absoluta, insanable y manifiesta, disponiendo el archivo de estas actuaciones, mal iniciadas y peor tramitadas, con grave lesión a los derechos y garantías, constitucionales y convencionales, esgrimidas por mi parte”.
El juez denunció ante el Consejo de la Magistratura la intención de Piumato de sabotear los juicios de lesa humanidad: “No es casual que cada vez que se iniciaba uno de los juicios aparecían sus secuaces con ataques feroces para desestabilizar y afectar la tranquilidad necesaria para este tipo de actividad”. Uno de sus secuaces, señala Rozanski, es Gregorio Spina, militante del movimiento de Luis Abelardo Patti, actualmente condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad.
El magistrado acusado de supuesto "maltrato laboral", había recibido a principios de mes la solidaridad de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y de la decana de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata, Florencia Saintout. También del premio nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y Julián Domínguez, entre otros.
Fuente: La Nación/Diario Contexto/Página 12