Las dos CTA con movimientos sociales y un grupo de gremios marginales de la CGT unificada que controla Sergio Massa se juntaron con pequeños productores agropecuarios y entidades estudiantiles para protestar contra el gobierno de Mauricio Macri en la Plaza de Mayo, este viernes. "Ni hambre ni despidos", fue la consigna aglutinante.
El colectivo de trabajadores y desocupados que no pactó una tregua con el gobierno como lo hizo el triunvirato que manda en la CGT a partir de la entrega de un bono de fin de año optativo a convenir por sector se prepara para la concreción de un paro nacional el 10 de noviembre. Piden reapertura urgente de las paritarias, como tema central.
De la protesta participó también la Federación Agraria, distanciada de la Mesa de Enlace que supo sostener durante el kirchnerismo desde la pata de los pequeños chacareros. Mientras Macri auguraba el fin de la pobreza gracias a los puestos de trabajo de calidad que producirán las exportaciones de granos en Córdoba, la Federaión Agraria ejecutaba una agenda propia de protestas, que contempló confluir con la convocatoria de las CTA.
En paralelo, aunque sin formar parte de la organización original, el Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa, Barrios de Pie y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) confluyen en la Plaza de Mayo para el acto central luego de haber participado desde la mañana en una protesta frente al Ministerio de Agricultura junto a dirigentes de la Federación Agraria.
Las organizaciones sociales tienen en agenda un ato el 18 de noviembre, para el que contarán con acompañamiento de la CGT, según establecieron en un acuerdo estratégico de mutuo respaldo y reconocimiento.