Los derrames de petróleo y químicos utilizados en los procesos de extracción de hidrocarburos en lo yacimientos neuquinos son mucho más habituales de lo que se conoce.
En los primeros 10 meses de este año las petroleras que hacen negocios con el petróleo y el gas de la provincia norpatagónica produjeron 934 incidentes ambientales. Trece yacimientos concentraron en 70 por ciento de esos derrames, que alcanzaron a 95 áreas en total.
Los datos son oficiales de la Subsecretaría de Ambiente de Neuquén y fueron divulgados este domingo por el diario Río Negro en una nota titulada: Hay más dos derrames por día en la Cuenca Neuquina.
A ese número se llega con los datos de los últimos cuatro años, en los que se registraron 3368 episodios agresivos para el ambiente. Más del 92 por ciento de estos casos fue considerado de consecuencias menores. Ambiente de la provincia no precisó las condiciones que hacen menor o mayor a un incidente ambiental.
El artículo precisa que el 80 por ciento de los incidentes se registraron en los pozos maduros, que son explotados por vías convencionales. El resto tuvo lugar en la producción no convencional, que se basa en la cuestionada técnica del fracking.
Los derrames de petróleo y pestilentes de los primeros 10 meses de 2018 superaron en cantidad a los de los tres años anteriores, a pesar de que en 2015 había más pozos perforados.
El peor incidente, además, tuvo lugar en el yacimiento Bandurria Sur, el el 19 de octubre de este año, con la afectación de 45 hectáreas con un derrame del que aún no se conocen todas sus implicancias.
El de Bandurria fue el mayor incidente ambiental en Vaca Muerta desde que se inició el desarrollo masivo de la producción no convencional en Neuquén. Contaminó más hectáreas que todos los derrames producidos en 2015 y 2016.
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