El vicegobernador Rolando Figueroa llevó su denuncia por fraude contra el gobernador Omar Gutiérrez a la Justicia. Las elecciones internas del MPN fueron el escenario de una guerra política de grueso calibre entre las principales autoridades constitucionales de Neuquén.
Por Vaca Muerta, la marcha de la confrontación tiene más miradas nacionales encima que una interna cualquiera de provincia. La posibilidad de que Figueroa encabece una lista por afuera del MPN en las elecciones del año que viene mantiene en vilo a la política neuquina.
El gobernador representa al sector del partido provincial fundado por su antecesor, Jorge Sapag, que está alineado con los intereses petroleros y en alianza confesa con el presidente Mauricio Macri para el tratamiento de Vaca Muerta. Figueroa expresa lo contrario.
El vice se escindió del oficialismo partidario que lo llevó hasta la jefatura de la Legislatura con una crítica descalificadora a la conducción del sector azul y unos postulados de gestión contrarios al macrismo, que pone en cuestión la presente política para Vaca Muerta. Armó un espacio interno en tiempo récord conjugando a los militantes marginados por el aparato partidario con el grupo duro que lo sigue desde un principio.
En las urnas, la lista azul de Gutiérrez le ganó por una proporción de 6 a 4 a la violeta, de Figueroa. El vice rechazó los resultados y se presentó en los tribunales a pedir la anulación de las elecciones internas. "No impugnamos mesas o comicios sino todo el procedimiento: antes, durante y con posterioridad a los comicios”, puntualizó Julio Ruiz, uno de los apoderados de la lista de Figueroa.
"Hay irregularidades que sobrepasan lo que uno puede tomar como folklórico de un proceso eleccionario. Hubo maniobras para torcer voluntades y comprar votos y actos de violencia donde no hubo un muerto por casualidad”, remarcó el apoderado.
