"Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo", la famosa frase acuñada por Juan Carlos Pugliese en 1989 siendo ministro de Economía de Alfonsín y habiendo fracasado en el intento de frenar la corrida cambiaria aplica como anillo al dedo para resumir cómo le fue a Gustavo Lopetegui en su primera negociación como Secretario de Energía con las petroleras.
El ex CEO de Lan desembarcó en Energía con la misión excluyente de bajar el monto que destina a subisidiar a un puñado de petroleras que producen gas en Vaca Muerta. La primera negociación con las compañías fracasó, informó el portal especializado en temas energéticos EconoJournal. Los gerentes petroleros le advirtieron que demandarían al Estado por más de 2500 millones de dólares si avanzaba en el plan contenido en un borrador que les envió el funcionario.
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La salida que tiene a la mano Energía es avanzar en un ajuste sin nueva resolución. Lo cierto es que las petroleras no cobrarán lo que preveían y se desconoce si en definitiva el gobierno cumplirá con la promesa que le hizo al gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, respecto a la aprobación de nuevos proyectos para subsidiar. Hay 11 a la espera de la lapicera de Lopetegui, aunque la misma cada vez tiene menos tinta para firmar pagos.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, ordenó a Energía, que está bajo la órbita de su cartera, recortar la masa de la Resolución 46 de 1300 millones de dólares a no más de 700 millones de dólares. La Resolución 46 fue firmada por Juan José Aranguren en 2017, cuando era ministro de Energía y gozaba de superpoderes para manejar la política energética nacional. Fijó las condiciones para subsidiar la producción de gas no convencional.
La Resolución 46 bien puede denominarse Resolución Paolo Rocca, puesto que hasta ahora la mayor cantidad de plata puesta por el Estado fue a la cuenta de Tecpetrol, el brazo petrolero del Grupo Techint, que encabeza el magnate complicado por el pago de coimas a funcionarios en la gestión kirchnerista.
El fracaso en la renegociación de los subsidios con las petroleras se llevó puesto a Javier Iguacel, quien reemplazó a Aranguren en la cartera de Energía y, luego, soportó sin chistar la degradación del ministerio a Secretaría dependiente del Ministerio de Hacienda. Iguacel no fue capaz de desactivar ninguna de las bombas que activó Aranguren en su corto paso por la gestión pública.
Antes del brindis de Año Nuevo, el presidente Mauricio Macri decidió desplazar a Iguacel para colocar en su lugar a Lopetegui, quien integró el gabinete desde el primer momento bajo el ala del todopoderoso jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Lopetegui armó un plan de ajuste de los subsidios que sólo conformó a lo intereses de Rocca, el empresario hasta ahora preferido del gobierno entre lo operadores petroleros con presencia en Vaca Muerta.
El resto de las operadora respondió con la amenaza de un juicio millonario. Además de la compañía de Rocca, cobran subsidio YPF, Pan American Energy (PAE), Total, CGC, Wintershall, Pampa y Pluspetrol.
Todas, salvo Tecpetrol, no sólo rechazaron los términos del borrador que corregía a la Resolución 46, sino que amenazaron con una batalla administrativa y judicial. Entonces, Lopetegui reculó.
El Plan B
El plan B de Energía no contemplaría emitir una nueva resolución, sino aplicar un ajuste apelando a cabos sueltos de la norma firmada por Aranguren.
“Es imposible publicar una resolución que deje satisfechas a todas las petroleras. Nos exponemos a litigios múltiples”, reconocieron en un despacho gubernamental a EconoJournal. El portal avanzó en la salida que piensa el gobierno para recortar 600 millones de dólares a la masa de 1300 millones de dólares que costaría asumir los costos de la resolución de Aranguren tal cual se venía haciendo.
Lo que haría el gobierno es pagar subsidios sólo por la producción de gas declarada por las empresas al momento de solicitar el beneficio. Esta línea va en contra de los intereses de Tecpetrol, que estimó en su declaración que a esta altura produciría unos ocho millones y medio de metros cúbicos diarios de gas, pero en la práctica ya superó los 17 millones. Hasta ahora, cobró subsidio por el total. De avanzar el gobierno en esta alternativa, la mayor parte del ajuste la pagaría el conglomerado de Rocca. El resto de las petroleras ve con mejores ojos esta salida que la expuesta en el borrador de una nueva resolución.
El origen del conflicto
La Resolución 46 estableció un precio sostén para el gas natural producido en yacimientos no convencionales: 7,50 dólares por millón de BTU en 2018; 7, en 2019; 6,50, en 2020, y 6 dólares por millón de BTU en 2021. Actualmente el precio de mercado en el país para el gas natural ronda los cuatro dólares. La diferencia entre el mercado y el sostén se paga con fondos públicos.
El subsidio no es para todo el gas no convencional, sino para el volumen de producción por encima del año anterior a la vigencia de la resolución en cuestión. Además, para cobrar las empresas deben presentar sus proyectos y estos tienen que ser aprobados por el gobierno de Macri.
El primero en conseguir el subsidio fue el proyecto de Tecpetrol para el bloque Fortín de Piedra, que producía un volumen ínfimo antes de la Resolución 46 y saltó a más de 17 millones de metros cúbicos diarios con el subsidio, el área de Vaca Muerta que más gas inyectó a la red. El resto de las petroleras se quejó por lo bajo en su momento por el trato recibido por la petrolera de Rocca. Luego, las quejas se fueron apagando con la incorporación de las compañías más influyentes al plan.
La crisis financiera que llevó al gobierno a cobijarse en el Fondo Monetario Internacional quemó todos los papeles. Se cayó Aranguren del ministerio y su Resolución 46 entró en discusión porque el organismo internacional pidió recortar los montos destinados a los subsidios de Vaca Muerta dentro del paquetazo impuesto a cambio de otorgar a Macri un financiamiento por más de 50 mil millones de dólares.
Cuánto se pagó
El Cronista informó que el Estado pagó el año pasado unos 9500 millones de pesos para "estímulos a la producción de gas natural". Tecpetrol cobró 2900 millones de pesos en el tope de la lista de empresas beneficiadas.
Le siguió con 1700 millones de pesos la Compañía General de Combustibles (CGC), nave petrolera de la Corporación América, de Eduardo Eurnekián, que opera Campo Indio Este - El Cerrito, en Santa Cruz, con la modalidad no convencional.
Además, cobraron subsidio los bloque de Vaca Muerta Aguada Pichana Este y Rincón de la Ceniza, de la francesa Total Austral; Aguada Pichana Oeste - Aguada de Castro, de Pan American Energy (familia Bulgheroni); y Estación Fernández Oro y La Ribera I y II, de YPF.