Por Jorge Vital de Brito Moreira
Para Novas Pensatas
Traducido del portugués para Rebelión por Catherine M. Bryan
Recientemente he visto a la película Roma (2018) del director mexicano Alfonso Cuarón Orozco que ganó el premio León de Oro del Festival de Venecia. Pero la película no trata de la famosa ciudad capital de Italia, sino de la colonia Roma, un barrio de la ciudad de México, la capital del país azteca. La película Roma combina entonces narrativa y espectáculo con el objetivo de representar la historia de una familia de clase media alta de la colonia Roma durante los primeros años de 1970.
La película relata los acontecimientos centrados en la vida de la familia de Sofía (una señora de la clase media alta) y la de su empleada doméstica, Cleo, y se basa en las memorias del director Cuarón durante aquel período de la historia de la modernidad capitalista de México. El hogar de Sofía está formado por su madre Teresa, el marido Antonio, sus cuatro hijos pequeños, Cleo, una segunda empleada, Adela, y un empleado, Ignacio, quien también trabaja de chofer de uno de los carros de la familia.
En general, impresiona la excelente actuación de los actores, sobre todo la de la extraordinaria Yalitza Aparicio en el papel de la empleada Cleo. Cabe resaltar también en la película no solo los espacios de la ciudad de México sino el espacio del campo y el del mar mexicano. Los paisajes del campo son, en general, bellos y funcionales para una representación más amplia y compleja de la sociedad mexicana de la época. Se destaca particularmente la fotografía cinematográfica en blanco y negro que es excelente, sobre todo en las tomas panorámicas y en los planos generales. Algunas secuencias de escenas son particularmente impactantes, por ejemplo, la de las dos fiestas nocturnas de la Nochevieja en la hacienda de propiedad de la familia Bárcena (los terratenientes). Por un lado, se enseña, en la planta alta de la casa grande, la celebración de la familia de los propietarios con los ricos amigos invitados, mexicanos y gringos que hablan inglés, que beben whisky y cerveza y bailan al sonido grabado del éxito popular cubano “Corazón de Melón” tocado por la orquestra de Pérez Prado. Por otro lado, se enseña, en el subsuelo de la casa grande, la celebración de los empleados domésticos y los campesinos pobres y mestizos que beben el pulque y bailan a la música de los corridos tocada al vivo por los violines y guitarras de los músicos locales, mientras la gente habla entre sí de los conflictos de tierra en la zona. Pero un gran incendio en las afueras de la casa grande de la hacienda crea una situación de crisis en que los personajes pertenecientes a las diferentes clases sociales abandonan la división de clase y sus respectivas celebraciones para reunirse y cooperar colectivamente para apagar el incendio.
Independientemente de las intenciones conscientes de la subjetividad del director Cuarón para enseñar las diferencias de espacio, tiempo y mentalidad entre los miembros de las dos celebraciones de la Nochevieja, lo que me parece importante destacar en esas escenas es que ellas expresan objetivamente la diferencia de poder entre la clase propietaria de los medios de producción de la hacienda, y los campesinos que tienen que vender su fuerza de trabajo bajo el sistema de dominación y explotación capitalista en el campo mexicano (2). Y este modo de dominación y explotación capitalista es el mismo modo que se reproduce, con disfraces o sin disfraces, en las colonias de clase media de la ciudad de México.
Varios aspectos de estas secuencias de escenas también me recuerdan cinematográficamente de las escenas de películas como La Dolce Vita del director italiano Federico Fellini: además de muy bien filmadas, funcionan adecuadamente, como uno de los grandes escenarios para revelar los elementos inquietantes e insólitos de una noche en que se celebra la afluencia, la ostentación, la abundancia, la ociosidad y la jerarquía de la clase dominante de los propietarios blancos y poderosos sobre la sociedad mestiza/indígena de los trabajadores mexicanos.
A pesar del ritmo lento de la narrativa cinematográfica centrada en la monotonía de las relaciones cotidianas de la familia de Sofía, uno de los momentos más interesantes y reveladores de la película Roma aparece cuando la señora Teresa lleva a la empleada Cleo a una tienda de muebles de la ciudad para comprar una cuna para el bebé que le nacerá pronto. Ese día, en la misma zona de la tienda, un grupo de estudiantes está protestando por la democracia política. Teresa y Cleo observan el activismo estudiantil desde la ventana de la tienda. De repente, las protestas son reprimidas por balas, por asesinatos realizados por el grupo paramilitar "Los Halcones". Cuando un estudiante herido y su compañera huyen, corriendo dentro de la tienda, los miembros del grupo paramilitar los persiguen y matan al estudiante, mientras los demás clientes se esconden aterrorizados en la propia tienda.
En ese punto, un miembro tirador del grupo paramilitar apunta su arma a Cleo: es Fermín, el mexicano de la clase baja que la dejó embarazada pero que se rehusó a reconocer la paternidad, desapareciendo rápidamente de la vida de la empleada. En esta escena Fermín, luego de reconocer a Cleo, abandona rápidamente la tienda junto a los demás asesinos de su grupo paramilitar.
Estas secuencias de escenas de la película Roma son muy poderosas y reveladoras porque muestran que el estado mexicano tiene el poder económico para reclutar y emplear a los miembros más peligrosos de su aparato represivo entre la población migrante pobre que viene del campo y sobrevive en las casas hechas de cajas de cartón de los nuevos asentamientos de la ciudad de México. Las secuencias también me hicieron recordar unas terribles experiencias mías cuando era estudiante y profesor en la ciudad de México, en mis relaciones políticas, sociales y humanas con los mexicanos que vivían en las colonias Roma, Churubusco y en la colonia Copilco.
Cuando llegué a México en 1978 para estudiar una maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Nacional Autónoma de México, mis colegas universitarios me relataron (desde su punto de vista de estudiantes mexicanos oprimidos, golpeados y traumatizados sistemáticamente por la represión del Estado priista, del PRI, al movimiento estudiantil) sobre lo que había ocurrido durante la masacre de Tlatelolco (3) bajo las órdenes del presidente Días Ordaz en la Plaza de las Tres Culturas" de la ciudad de México, el 2 de octubre de 1968. También relataron lo que había ocurrido durante la masacre de Corpus Christi, conocida como "El Halconazo" (4) por haber sido perpetrado por el grupo paramilitar "Los Halcones" el 10 de junio de 1971, durante el período de gobierno del presidente Luis Echeverría Álvarez. Es esta masacre de Corpus Christi que se representa en la película en la escena de la tienda de muebles.
En la ciudad de México yo mismo sufrí en carne propia la represión del gobierno del PRI cuando, aún estudiante, conseguí un empleo en la Facultad de Economía de la UNAM para enseñar Economía Política a los estudiantes de licenciatura. Durante este período participé de las manifestaciones estudiantiles en contra de la administración de la Facultad impuesta antidemocráticamente por la rectoría de la UNAM, y fui colocado en la cárcel por los policías de la Secretaría de Gobernación bajo la dirección del General Espinosa.
Dada la realidad de la represión política y militar que nos golpeaba en México y que continúa profundizándose cada década que pasa [como podemos verificar actualmente por la tragedia y desaparición de los estudiantes universitarios de Ayotzinapa/Iguala (5) durante el gobierno del presidente Peña Nieto], uno de los primeros elementos forma/contenido que me llamó la atención en la película Roma, fue su título: ¿Por qué titular la película Roma en lugar de su nombre real "colonia Roma"? La palabra “roma” escrita y leída al revés es “amor”. ¿Cuál es el significado de “roma-amor” en el contexto objetivo e histórico de las relaciones jerárquicas de dominación y explotación capitalista entre los seres humanos?
Una respuesta posible sería: a pesar de que la ciudad de México y su colonia Roma nacen de un proceso de colonización española católica, blanca y racista que fue establecida en México tras la Invasión y Conquista del país por la barbarie genocida (6) de Hernán Cortés y la corona española, la clase dominante mexicana (blanca, católica y descendente de los colonizadores) continúa tratando de borrar de la memoria del pueblo oprimido, las marcas de la abominable tragedia histórica que fundó la ciudad de México. Esta represión semántica y simbólica del inconsciente político mexicano (7) se establece como el intento ideológico de ocultar políticamente el significado del proceso de la acumulación originaria de capital (9) en México con el objetivo manipulador de escamotear la violenta lucha de clases y razas que se procesa históricamente en el país azteca y en toda América Latina desde la conquista.
Así, aunque la cámara cinematográfica siga predominantemente los pasos recorridos por la empleada Cleo (ella pasa los días de la semana trabajando dentro una rutina interminable que va desde la limpieza de casa y caca del perro hasta lavar, pasar la ropa de la familia, cambiar ropa de cama, cuidar de cuatro niños, acompañarlos a la escuela, servir constantemente la comida y los refrescos de niños y adultos e intervenir en las peleas, tratando de hacer las paces entre los adultos y los niños en conflictos dentro de la casa y, a veces, ser la receptora de la frustración y tristeza de la ama Sofía), la película es narrada, no sin ambigüedades y contradicciones, desde el punto de vista (10) de una clase social privilegiada ligada a un estrato privilegiado de la sociedad mexicana asociado al dominio del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la visión social europea colonizadora. Es decir, la película habla por los vencedores de la historia mexicana moderna: una narrativa que idealiza a la familia mexicana de clase alta como vehículo de la misión "filantrópica/civilizadora" blanca, movida por el deseo continuado de justificar y legitimar los lazos de la dependencia y dominación del pueblo mestizo/indígena mexicano por el PRI.
Las representaciones culturales negativas de los mexicanos de clase baja (de empleadas domésticas y de mexicanos reclutados por el gobierno mexicano priista para ayudar al aparato represivo del estado mexicano a oprimir a la población de clase baja) y las representaciones positivas de la "bondad filantrópica" de sus empleadores contribuyen para racionalizar y justificar los terribles costos humanos del emprendimiento capitalista del sistema político mexicano.
Es en este sentido que no deberíamos olvidar que Roma fue puesta a disposición en el catálogo de películas por Netflix (la multinacional distribuidora capitalista de películas de la industria cultural), que no ha medido los esfuerzos financieros y propagandísticos para ganar dinero (lucrar) con esta película mexicana que ya ha logrado el nombramiento para 10 premios Óscar; premios provenientes de la más poderosa industria capitalista de cine del planeta tierra: Hollywood.
Por todos estos problemas ideológicos y políticos que aparecen en la película Roma basados en la memoria de Alfonso Cuarón, en general estoy de acuerdo con el análisis del filósofo Slajov Zizek cuando sintetiza y dice que "la película Roma está siendo aplaudida por los motivos equivocados" (11); aunque sin embargo no comparto la interpretación de Zizek que sugiere que la empleada Cleo (después de la muerte de su bebé y después del viaje al mar de Vera Cruz, donde sin saber nadar, salva a los niños de una muerte por ahogamiento) abandonará la obnubilación de su conciencia y cambiará su ideología: cambiando así su participación política en relación a su posición de subalterna dentro de la sociedad mexicana.
Para finalizar, me gustaría reafirmar que a pesar de los méritos y las cualidades técnicas y cinematográficos de la película, Roma es, en mi opinión, más un producto de la gran industria de entretenimiento capitalista (12) cuya ideología social (13) se encuentra en oposición y lejos de la realidad (estética, ideológica y política) que defiendo y lucho: un nuevo tipo de cine, un nuevo tipo de crítica ideológica y un nuevo tipo de sociedad humana.
Notas:
(1) Roma, MEX/EE.UU., 2018; el drama; Dirección: Alfonso Cuarón; Actores: Yalitza Aparicio, Marina de Tavira, Diego Cortina Autrey, Carlos Peralta, Marco Graf, Daniela Demesa, Nancy García García, Verónica García, Andy Cortés, Fernando Grediaga, Jorge Antonio Guerrero, José Manuel Guerrero Mendoza; Guión: Alfonso Cuarón; Duración: 135 min.
(2) Para ampliar el conocimiento de las relaciones contradictorias entre campo/ciudad en la literatura Mexicana recomendaría el ensayo “Poniatowska, Rulfo, Fuentes: campo/ciudad, tradición/modernidad, pueblo/elite”,de Catherine M. Bryan y Jorge Vital de Brito Moreira que se encuentra en la Revista Ideação, v. 1. N. 6 julho de 2000 (Bahia-Brasil).
(3) La masacre de Tlatelolco (también conocida como la "Noche de Tlatelolco" según la escritora mexicana Elena Poniatowska) tuvo lugar durante la tarde y la noche del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, en la Ciudad de México (México) sólo diez días antes del inicio de los Juegos Olímpicos de 1968, en la misma ciudad. Hasta hoy, el verdadero número de muertes sigue siendo incierto: algunas fuentes afirman más de mil muertos, otras fuentes apuntan a un número entre 200 y 300 muertos, mientras que fuentes oficiales del gobierno indican 40 muertos y 20 heridos. Además del gran número de personas heridas, se realizaron miles de arrestos.
(4) La masacre de Corpus Christi llamada "El Halconazo" (debido a la participación de un grupo paramilitar identificado con el nombre, Halcones) se refiere a los eventos ocurridos en la Ciudad de México el 10 de junio de 1971 cuando una manifestación estudiantil en apoyo a los estudiantes de Monterrey fue violentamente reprimida por un grupo paramilitar al servicio del estado mexicano priista. El presidente Luis Echeverría Álvarez rompió con los acontecimientos, pero nunca aclaró la situación que siempre fue oficialmente negada. De los hechos sangrientos, nadie asumió la responsabilidad y mucho menos fue llevado a la justicia.
(5) La desaparición forzada de Ayotzinapa/Iguala (en 2014) fue una serie de episodios de violencia que ocurrió durante la noche del 26 de septiembre y la mañana del 27 de septiembre de 2014, en la que la policía municipal y estatal de Iguala persiguió y atacó a alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa (a 257 km al sureste de Iguala). En esta confrontación, periodistas y civiles resultaron heridos. Los eventos dejaron un saldo de al menos 9 muertos, 27 heridos y 43 alumnos desaparecidos hasta los actuales días del año 2019.
(6) Para ampliar el conocimiento de estas relaciones de dominación y explotación en tierras de América, México y Latino América, recomendaría la lectura de los libros Sobre Geronimo de Manuel Sacristán Luzón (editorial El Viejo Topo, 2013) y La barbarie: de ellos y de los nuestros, de Francisco Fernandez Buey (editorial Paidós, 1995)
(7) Fredric Jameson. El inconsciente político: la narrativa como acto socialmente simbólico. (1992). Fredric Jameson (apoyado en los textos de Marx, Kenneth Burke, Lévi-Strauss y Mijaíl Bajtín) ha elaborado no sólo una de las mejores nociones del inconsciente político dentro del marxismo sino que también la ha desarrollado como una excelente metodología para el análisis de las narrativas culturales. Lo anterior puede ser verificado en su magnífico “The Political Unconscious: Narrative as a Socially Symbolic Act. Cornell University Press,1982. La traducción española del libro lleva el título “Documentos de cultura, documentos de barbarie: La narrativa como acto socialmente simbólico”. VISOR DISTRIBUCIONES S. A. Madrid, 1989.
(9) Para el conocimiento del concepto y de la historia de la acumulación originaria de capital, me gustaría recomendar al lector el libro de Karl Marx, El Capital, traducido al español por Manuel Sacristán Luzón para el Editorial Grijabo.
(10) Para ampliar el conocimiento de la relación entre “ punto de vista” en el cine e ideología social recomendaría el articulo, “ Todo lo que usted siempre quiso saber sobre la dominación ideológica y nunca se atrevió a preguntarle a Hitchcock” de Jorge Vital de Brito Moreira que se encuentra en Rebelion.org.
(11) Véase el artículo "Roma está siendo aplaudido por los motivos equivocados", de Slavoj Zizek, en este enlace.
Como nos enseña Fredric Jameson y se nos recuerda Slajov Zizek en su artículo mencionado la historia real no puede representarse directamente, sino solo como el evasivo fondo que deja su marca en los eventos representados. Pero si ponemos nuestra atención no solo en las imágenes en movimiento en el primer plano de la película Roma sino también en su evasivo fondo podremos identificar (sin intención de agotarlo) un campo semántico formado por las oposiciones rural/urbano; pobreza/riqueza, propietario/no propietario, dominador/dominado, explotador/explotado, asociados al plano real de la injusticia/justicia social, que expresan las contradicciones históricas que articuladas socio-económico-culturalmente, nos permitirán también la comprensión del proceso de la migración rural/urbana, del acelerado crecimiento de la población de la ciudad de México, y de la propagación de los nuevos y caóticos asentamientos resultante del crecimiento de la fuerza de trabajo no cualificada y del ejército industrial de reserva de trabajadores mexicanos para el desarrollo capitalista del proceso de industrialización de México.
(12) Ni debemos olvidar de la sociedad capitalista, Producciones Anhelo, entre el Director Alfonso Cuarón y Jorge Vergara Madrigal, el billonario empresario mexicano de la industria del entretenimiento que es el propietario del Club Deportivo Guadalajara, el equipo de futbol más popular en la República Mexicana.
(13) Para ampliar en el conocimiento de la relación entre cine e ideología social recomendaría el artículo, “ Ideología y cine: carta a un amigo cineasta” de Jorge Vital de Brito Moreira que se encuentra en este link.