El Banco Nacional de Datos Genéticos es el último eslabón en la recuperación de identidad de los nietos buscados por Abuelas de Plaza de Mayo. Todo un proceso anterior de búsqueda desemboca en la toma de pruebas genéticas que confirmen las investigaciones, que suelen llevar años. Fue así también el camino recorrido por la familia de la Nieta 129, quien hace muy pocas horas recuperó su verdadera identidad.
La hija de Norma Síntora, desaparecida, y Carlos Alberto Sonsola, sobreviviente de la dictadura, residía en España y viajó a Argentina para que se le extrajeran muestras de ADN.
El Banco Nacional de Datos Genéticos -que, como todo organismo sufrió recortes en la era Macri- recibe unas 100 consultas mensuales de personas que dudan de su identidad o buscan a sus familiares, y "la mayoría de las muestras da resultados negativos" respecto de la compatibilidad con las muestras de familiares de desaparecidos, señaló este miércoles Mariana Herrera, directora del Banco, entrevistada por AM750.
"Estamos acostumbrados a los resultados negativos -confió-.. Cuando una muestra da positiva se genera un vértigo, primero, en el laboratorio, y aceleramos los procesos, porque hay que confirmar resultados. Se repite desde cero todo el estudio para asegurarnos que no hubo un error".
