El 25% de los visitantes que llegaron a Mendoza en Semana Santa fueron extranjeros atraídos por la devaluación de la moneda argentina que convierte al país en un destino barato para los extranjeros. Según datos oficiales, la mayoría de los que eligieron la provincia fueron brasileños y chilenos.
El promedio de gasto diario por persona para los argentinos pasó de $1.300 en 2018 a $2.200 según información oficial, es decir que para visitar Mendoza un turista nacional debe desembolsar 70% más que hace un año, mientras que el visitante extranjero gastó 100 dólares por día por persona.
En el 2017 el promedio de gasto por día para los argentinos en Mendoza fue de $1.050, en 2016 el gasto diario promedio era de $800 según relevó para Mendoza ese año la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Es decir, en cuatro años el promedio de lo que debe gastar un argentino en Mendoza producto de la devaluación casi se ha triplicado: de $800 a $2.000, mientras que, a la inversa, para un extranjero la provincia es barata. Eso explica en gran parte el aumento de visitantes foráneos, mientras cada vez menos familias argentinas pueden viajar.
Días atrás la agencia de noticias Bloomberg destacó a Mendoza como uno de los destinos que, por la moneda más barata, "coloca a sus productos a precios de ganga", entre ellos el turismo.
"La cantidad de turistas extranjeros en Mendoza, el centro vitivinícola de Argentina, aumentó un 58 por ciento en febrero respecto al año anterior, muy por encima del aumento del 19 por ciento a nivel nacional, según muestran los datos del gobierno publicados la semana pasada. Las exportaciones de vino han aumentado un 8 por ciento en lo que va del año, lo que contrasta con una disminución general de las exportaciones del país durante el mismo período".
Destrucción del mercado interno
"Nuestro restaurante está lleno todos los días", dijo a Bloomberg Labid Ameri, presidente de los vinos Domaine Bousquet en Tupungato, una ciudad de la provincia de Mendoza. "La devaluación del peso tiene que ver con el aumento del turismo".
Las visitas a Catena Zapata han aumentado un 53 por ciento en lo que va del año, mientras que las ventas han aumentado un 40%. Su vino "Gran Enemigo" cuesta alrededor de 60-70 dólares en los Estados Unidos pero 36 dólares en Mendoza, es decir $1.500.
Mientras Mendoza y Argentina son atractivos para el turismo y el comercio para los extranjeros, las bodegas mendocinas que apuntan su producción al mercado interno pasan por el peor momento por la caída en picada del consumo en el mercado interno.
En 2018 el consumo de vino se desplomó: 5,95% menos que el año anterior según el INV
La retracción del consumo en todos los rubros en medio de la economía recesiva tuvo su capítulo en el mercado de los vinos con una marcada caída en las ventas en el mercado interno en todas sus variedades. Según datos del INV, el consumo de vino en Argentina llegó en 2018 a 18 litros per cápita para el año, 2 litros menos que en 2017.
La caída del peso ha hecho que las partes importadas de la elaboración de vino, como los tapones y los estuches, sean costosos, esto sumado a la decadencia en las ventas forman un combo letal para la industria. "Como resultado, los viñedos que se centran en las ventas domésticas están bajo presión", le dijo Ameri a Bloomberg.
"Veo muchas bodegas que son dependientes domésticas y están sufriendo -cerró el empresario-Nadie en el mundo puede sostener una tasa del 60 por ciento".