El peso de la deuda de la provincia de Buenos Aires creció fuerte en la gestión de María Eugenia Vidal. La porción equivalente del Producto Bruto Geográfico aumentó un 58 por ciento desde diciembre de 2015. Pasó del 5,9 al 9,3 por ciento en el primer trimestre de este año.
El comportamiento de la deuda frente al de la economía provincial surge de los datos oficiales de la Provincia de Buenos Aires.
El acelerado avance de la deuda frente al PBG (se debe a la conjugación de dos factores. Uno es central en la sustentación del modelo económico macrista y el otro es consecuencia de ese modelo.
En el plan de Vidal, como en el de Mauricio Macri, el endeudamiento era una condición indispensable para todas las demás políticas contempladas.
Eso explica el incremento del 28% del volumen total de la deuda desde diciembre de 2015 hasta el marzo de este año. Pasó de 9300 millones de dólares a 12 mil millones de dólares en tres años.
El 82 por ciento de la deuda bonaerense está en moneda extranjera, 63% en dólares y 17 por ciento en euros.
El stock de los vencimientos a futuro no esclarece el grado de dificultad que representan los pagos para la provincia.
Para desentramar esa cuestión hay que establecer a qué porción del PBG o bien de los recursos de la provincia equivale la deuda. La expansión en relación al PBG durante la gestión Vidal por poco no duplicó a la registrada en el monto neto en dólares.
El peso de la deuda se agiganta cuando se compara con la recaudación: creció del 45% en 2015 al 70 por ciento en el primer trimestre de este año.
Esto se explica porque el PBG (la economía) como la recaudación, considerados en dólares, se contrajeron respecto al tamaño que tenían en diciembre de 2015.
Y eso Buenos Aires se benefició con el pacto fiscal de Macri con los gobernadores. En el primer semestre de este año tuvo un aumento real, después de descontar la inflación, del 9,5 por ciento en la coparticipación.
Fue la única provincia que mejoró este año los ingresos reales por ese concepto respecto a los del año anterior. De todos modos, el valor real contempla el impacto de la inflación, que fue duplicado el año pasado por el de la devaluación.