Siete jugadores de Arsenal de Sarandí fueron imputados por desacato y lesiones a policías y el plantel completo del equipo argentino fue obligado a permanecer hasta después de las 6 de este jueves en el vestuario del estadio Arena Independencia, de Brasil, tras el partido que perdió 5 a 2 con el Atlético Mineiro por la Copa Libertadores. La delegación del equipo del Sur del Conurbano fue víctima de palazos de la policía y hasta de amenazas con armas, en lo que constituyó un nuevo episodio bochornoso en un encuentro por el torneo continental en el país organizador del Mundial 2014.
El equipo de Gustavo Alfaro recién pudo dejar el vestuario cuando el club anfitrión pagó una fianza de 30 mil reales impuesta por el supuesto mal accionar de los argentinos. En la cancha, mostrado por las cámaras de la televisión los policías se trenzaron con los jugadores argentinos y no evitaron apuntar directo con armas largas.
Nicolás Aguirre, futbolista del conjunto del Viaducto, estalló en bronca contra la policía local, que los agredió y no los dejó salir del vestuario hasta que Mineiro pagó para liberarlos, a las 5.30 de la mañana. "Son unos hdp", escribió en Twitter el futbolista presa de la calentura por el episodio.
El escándalo en el vestuario del Arena Independencia terminó a las 6 de la mañana. Los jugadores Nervo, Pérez y Marcone prestaran declaración por los incidentes.
Al final del partido, a pesar de que el resultado fue amplio e inapelable, algunos jugadores de Arsenal habrían agredido a los policías, según los unifromados brasileños, y en respuesta hubo palazos, corridas y un oficial apuntando directo al cuerpo con un arma larga, señaló el diario deportivo Olé.
Lo que mostró la televisión
