Elecciones 2019

Las necesidades territoriales de Macri y Fernández para ganar la Presidencia en primera vuelta

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Alberto Fernández y Mauricio Macri.

La provincia de Buenos Aires es el escenario de la madre de todas las batallas electorales de alcance nacional. Esa condición es indiscutida debido al peso de su padrón en el del total de electores nacionales.  Concentra el 37 por ciento de los votos totales, un caudal superior al sumado entre las seis provincias que le siguen en cantidad de electores.

Córdoba, Santa Fe, Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Tucumán y Entre Ríos aportan en conjunto el 34,6 por ciento de los votos nacionales. Y entre los otros 17 distritos se reparte el 28,9 por ciento del los electores que completa el padrón nacional.

La distribución territorial del electorado es la madre de todas las variables que tallan en la definición de las estrategias electorales. De ahí surge que más de la mitad de los votos provienen de los tres distritos con más electores. El segundo padrón más numeroso es el de Córdoba, con el 8,7 por ciento de los electores, y el tercero es el de Santa Fe, con el 8,2 por ciento.

Distribución porcentual de electores por provincias.

Para equiparar el impacto nacional de un punto porcentual de la provincia de Buenos Aires se necesita el 4,25 por ciento del padrón cordobés, o el 4,5 del santafesino.

El 40 por ciento de los votos bonaerenses equivale al 14,8 por ciento en la elección nacional. Y una diferencia de 10 puntos porcentuales en la provincia de Buenos Aires otorga una ventaja de 3,7 puntos en el orden nacional.

En perspectiva, el 40 por ciento en Córdoba se traduce en 3,48 por ciento del total nacional. Y 10 puntos de ventaja en esa provincia dan una diferencia nacional de 0,87 puntos porcentuales.

Presidente en primera vuelta

Difícilmente un presidente se consagre en primera vuelta sin un triunfo claro en la provincia de Buenos Aires, con más de 45 por ciento de votos a su favor. Las PASO de este domingo definirán la foto de la correlación de fuerzas con la que el país llegará a las presidenciales de octubre.

Las encuestas que se difundieron hasta la semana pasada son una muestra para las discusiones de café. Nunca para un análisis con pretensiones de seriedad.

En octubre, si Alberto Fernández, del Frente de Todos, quiere consagrarse en primera vuelta necesitará rondar el 45 por ciento de los votos bonaerenses. De lo contrario, no llegará a los números que requiere la Constitución para que un candidato se catapulte a la presidencia en primera vuelta.

En el caso de Mauricio Macri, es similar, aunque el presidente apuesta para su reelección a sacar una gran diferencia de Córdoba, su bastión en 2015. Además, la Casa Rosada cree que puede ganar en Santa Fe, adonde el peronismo viene de dar un batacazo en las elecciones provinciales, en las que Omar Perotti desbancó a los socialistas de la gobernación. Macri ganará cómodamente sin dudas en la Ciudad de Buenos Aires, a menos que un suceso extraordinario ocurra antes de octubre.

Otra vez Buenos Aires

Con el 40 por ciento de los votos bonaerenses, quien quiera ser presidente en primera vuelta tendría que promediar en torno al 50 por ciento en el resto del país. Sino no llegará a los 45 puntos nacionales requeridos para que el ganador en octubre sea presidente sin balotaje.

El nivel de la polarización que enmarca a las elecciones presentes aleja las posibilidades de las segunda opción para ser presidente en primera vuelta: que el ganador saque más de 40 por ciento con más de 10 puntos porcentuales de diferencia con el segundo.

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