Mauricio Macri convocó a entidades agropecuarias como Crea, Aapresid, Ciara y a la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) para el jueves. Los diarios porteños adelantan que en una reunión les dará la noticia de que modificará la Ley de semillas a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia y no esperará al Congreso.
A pedido de Bayer-Monsanto -el gigante que fusionó el monopolio de la industria farmacéutica con el de los transgénicos y el Round-Up-, el macrismo viene intentando desde que asumió una modificación a la ley, que data de los años 70, para restringir y penalizar el uso libre de semillas por parte de los agricultores.
Otras multinacionales del agronegocio como Syngenta, Corteva y Bioceres impulsan la modificación de la norma, vigente desde 1973.
Diario La Nación da por hecho la modificación a través de un DNU, mientras que otros portales como LPO sugieren un potencial.
La principal modificación apunta a limitar el llamado “derecho de uso propio”. Hasta ahora, los productores compraban las semillas a las multinacionales, pero luego podían volver a sembrarlas de manera gratuita utilizando, para ello, la producción de su propia cosecha. Sin embargo, la legislación que se busca aprobar plantea el pago de regalías por la reutilización del producto en el marco de unos supuestos “derechos de propiedad intelectual”.
El abogado ambientalista Enrique Viale declaró a iProfesional que esta reforma legislativa se inscribe en un proceso que tiene más de 20 años. “Es la frutilla del postre que se inició en los años ’90 con la irrupción de la soja transgénica”, dijo Viale, añadiendo que “esto que ocurre ahora viene a cerrar el capítulo de aquellos años e implica privatizar el sistema agropecuario argentino”.
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