El Estado Islámico se está refundando en territorio de Irak y Sirio, sitio en el que instaló un califato en 2014. Lo denunció el comité de la ONU que se ocupa del Estado Islámico,.
La milicia "está organizando ataques insurgentes cada vez más audaces, pidiendo y planificando la fuga de combatientes de Estado Islámico que se encuentran en centros de detención y explotando las deficiencias del entorno de seguridad de ambos países", advirtió el informe, al que tuvo acceso la agencia Europa Press, citó la agencia Télam.
Entre julio y septiembre, "se aceleró el ritmo de rearme" de la milicia "como una red clandestina en Siria, de forma similar a lo que había sucedido en Irak en 2019", precisó el comité.
"Liberados de la responsabilidad de defender el territorio -describió-, se produjo un aumento notable de los ataques en zonas de todo el país controladas por el gobierno sirio que antes eran tranquilas".
El asesinato del histórico líder de la milicia, Abu Bakr al Baghdadi, en una operación militar estadounidense, en octubre, pareció coronar un avance sistemático liderado por un conjunto de milicias pro gubernamentales y ejércitos nacionales e internacionales en Siria e Irak, que terminó por desterrar al EI de todas los centros urbanos que alguna vez controló.
El informe de la ONU advirtió que a este repliegue territorial le siguió una profundización de su táctica de guerrilla urbana en un conflicto claramente asimétrico.
"La valoración actual es que la orientación estratégica en lo que respecta a la administración, la propaganda y el reclutamiento no ha cambiado y que el mando y control entre el núcleo de Estado Islámico en la zona de conflicto y sus afiliados en el extranjero se mantendrá", concluyó el texto sobre los liderazgos póstumos a Al Baghdadi.