Los principales países productores de petróleo del mundo llegaron a un acuerdo para recortar la producción a nivel global. Los estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) reducirán la producción mundial de crudo en aproximadamente un 10 por ciento.
Es el mayor recorte en la historia del grupo. Comenzará a ejecutarse el 1 de mayo.
Con este acuerdo, los países productores buscan que aumenten los precios del crudo.
Este lunes, el precio del petróleo Brent cotizaba prácticamente sin cambios respecto al viernes, por encima de los 31 dólares por barril.
Esa modalidad sirve de referencia para el petróleo argentino. En el país, la apuesta a Vaca Muerta está amenazada seriamente.
Las petroleras con negocios en la formación no convencional y el gobierno de Neuquén sostienen que no es rentable producir si el barril de petróleo no está por encima de los 54 dólares. La producción está frenada por las medidas contra el coronavirus, pero también porque nadie compra. Las ventas de combustible cayeron más del 70 por ciento con el aislamiento obligatorio.
Crisis global
El acuerdo de la OPEP+ se selló el domingo después de negociaciones larguísimas. A principios de marzo, este acuerdo naufragó y generó una guerra comercial entre Arabia Saudita y Rusia, que desmoronó el precio del crudo.
La reducción se planteó tras una abrupta caída en la demanda causada por la crisis que generó el coronavirus. Esta contracción se ubica en el orden de en un tercio a nivel global. Esto, mientras más de 3.000 millones de personas están encerradas en sus hogares debido al brote de coronavirus.
La caída de la demanda tiró por el suelo la cotización mundial del petróleo. Estados Unidos, Rusia y Arabia son los tres principales productores de petróleo del mundo.
Estados Unidos tiene costos mucho mayores que Rusia y ambos gastan más que los sauditas para extraer crudo. Mientras en Estados Unidos la producción se explica por los yacimientos no convencionales (esquisto), en Rusia se apalanca con la generación marítima y en Arabia por los pozos convencionales.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigió a los otros dos grandes productores recortar sus cuotas de extracción, sin comprometer la producción estadounidense. En marzo, Rusia y Arabia entraron a una guerra de precios cuando los primeros se negaron a los términos impuestos por Trump y los sauditas salieron a vender su crudo barato.
Acuerdo final
El jueves, la OPEP+ acordó recortar su producción global en 10 millones de barriles por día. Es el equivalente al 10 por ciento del suministro mundial de crudo. Los países integrantes de ese grupo esperaban que el resto de los productores importantes, como Estados Unidos, Canadá, Brasil, México y Noruega recortaran otros cinco millones de barriles diarios de producción.
De acuerdo con el plan, los recortes se reducirían a ocho millones de barriles por día entre julio y diciembre. Luego serían pasarían a seis millones de barriles entre enero de 2021 y abril de 2022.
Sin embargo, México rechazó el proyecto. La secretaria de Energía mexicana, Rocío Nahle, se negó a aceptar la petición de que su país redujera la producción en 400.000 barriles por día -después fue rebajada a 350.000- y limitó su contraoferta a 100.000 barriles.
Con porsterioridad, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador reveló que Trump le llamó en la noche del jueves para preguntarle por qué no había aceptado el acuerdo.
Tras esa conversación, Estados Unidos aceptó reducir otros 250.000 barriles de su producción para asumir los recortes que México no quiso hacer, y que ascendían al 23 por ciento de su producción total.
"Nosotros nos sostuvimos hasta el final, porque nos ha costado mucho esfuerzo aumentar la producción", justificó el presidente mexicano, quien insistió en que fue un "rotundo fracaso" que gobiernos anteriores la dejaran caer "durante 14 años consecutivos".
