La CAME dice que las ventas minoristas se contrajeron casi 60 por ciento. La poderosa la Coordinadora de Empresas Alimenticias (COPAL) dice que la industria alimenticia está utilizando la mitad de la capacidad instalada. La producción metalúrgica se achicó en torno al 22,5 por ciento en marzo, en un anticipo del impacto que se notará con los datos de abril, con todo el mes en cuarentena.
La Argentina estaba fundida antes de la pandemia. Los números en plena vigencia del aislamiento que logró mantener bajo control la situación sanitaria son fatales. La reactivación va a ser mas compleja.
El plan del gobierno de Alberto Fernández demostró gran eficiencia para contener el brote de coronavirus. Como contrapartida, obligó a cambiar el rumbo porque para satisfacer las necesidades sanitarias fue necesario frenar la circulación de personas, y con ella la actividad económica.
"La gente se concentra en el consumo de pastas, arroz, yerbas y productos con harina para panificación. El resto está deprimido". Esa pintura entregó el presidente de la Coordinadora de Empresas Alimenticias (COPAL) y vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja.
El lobistas de las gigantes de los alimentos remacó que "hay lineas de producción que están paradas y otras que están al 20 o 30 por ciento". Y pidió ampliar los alcances del seguro de desempleo.
Ventas en picada
Las ventas en los comercios minoristas retrocedieron 57,6 por ciento en abril informó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La corporación culpa como causa excluyente a la cuarentena.
La caída de ventas fue general, pero más notoria cuanto menos necesarios son para la vida los artículos. Los esenciales pudieron comercializarse, el resto no, hasta los últimos días que comenzó una gradual flexibilización del aislamiento.
En Alimentos y Bebidas, Farmacias, y Ferreterías la contracción de la demanda fue del 31 por ciento frente al año pasado. En el resto de los rubros, la cuarentena vino con recortes de ventas del 75 por ciento, en promedio.
Los metalúrgicos en la lona
La producción metalúrgica cayó 22,5 por ciento interanual en marzo. La principal causa de la contracción fue el plan para contener el coronavirus, según el informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), que contiene la investigación sobre la actividad metalúrgica.
"En vista de la delicada situación por la que atraviesa la industria metalúrgica luego de sufrir dos años de contracción se le suman nuevas dificultades relacionadas con el avance del COVID-19. En esta coyuntura se observa un fuerte impacto negativo en la actividad metalúrgica", consignó Adimra.
Recordó que "la actividad metalúrgica estuvo operativa durante casi la mitad del mes". Las expectativas son malas: "Teniendo en cuenta las expectativas de corto plazo permanecen los signos de suma preocupación en cuanto a los niveles de actividad y empleo metalúrgico", consideró la cámara de los empresarios metalúrgicos.