"Hay tres o cuatro derrames por semana de ácido sulfídrico y todos esos componentes que trae el petróleo, corroe las válvulas y se rompen. Se libera un ácido venenoso que si pasa un pájaro volando a mil metros cae muerto. No crece ni un yuyo en ese radio". De esta manera ilustró Guillermo Pereyra, líder del sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa la contaminación constante que se produce en pozos petroleros en la cuenca patagónica.
YPF cerró este sábado yacimientos en Rincón de los Sauces y otras zonas alejadas sin comunicarlo en público. Sobre esto Pereyra dijo que la empresa quitó las guardias que controlaban el ingreso y egreso de los yacimientos aduciendo sabotajes de los empleados en la manipulación de válvulas. "Ningún trabajador va a destruir los lugares donde trabaja y tiene el sustento diario", remarcó el sindicalista entrevistado por LU5.
"Están investigando con escribanos, con policías de dónde provienen los derrames. Nosotros sostenemos que ellos por ahorrarse unos pesos han puesto administrativos y no saben hacer el trabajo. Son yacimientos viejos que no han recibido el mantenimiento que requieren. No dan más las instalaciones", detalló Pereyra.
"No se hace una remediación de los derrames y cuando viene la lluvia arrastra todo hacia el Río Colorado", completó el gremialista, quien agregó que esto ocurre "en yacimientos grandes como Puesto Hernández, Chihuido, Lomitas, en el Cerro Auca Mahuida y otros.