Las autoridades sanjuaninas cerraron con montañas de ripio caminos internos que conectan la zona de Lagunas del Rosario, en Lavalle, con San Juan, afectando a decenas de familias de la comunidad huarpe de Mendoza que circulan en esa zona para vender animales y aprovisionarse de mercadería.
San Juan alega que los caminos se bloquearon para mantener el aislamiento de esa provincia, que no tiene circulación comunitaria de COVID-19, y para evitar tráfico clandestino en la frontera.
Las comunidades Huarpes de Lavalle buscan provisiones en Media Agua o por esas huellas, por donde circulan los vendedores ambulantes. Pero también hay familias de San Juan que viven en la zona de las lagunas de Guanacache del lado sanjuanino y no pueden cruzar a Media Agua, donde buscan alimentos y agua.
El ir y venir por la zona entre provincias es frecuente sobre todo en comunidades del secano, que son un sistema interconectado de humedales y en la vida cotidiana la frontera se desdibuja. Muchos de los habitantes de la zona cruzan habitualmente para abastecerse y usar los servicios de uno y del otro lado.
"En San José hay mucha gente afectada. Nosotros pusimos en conocimiento a Contingencias de Lavalle de forma verbal. Lo más grave es que tenemos a dos personas imputadas que circulan y fueron a trabajar a San Juan y los imputaron", señaló Fabián Esquivel, vecino de San José, entrevistado en radio Tierra Campesina.
Leonardo Tártalo Morales, referente de Lagunas de Guanacache en San Juan, ilustró en Diario de Cuyo la situación de los pobladores afectados también del lado sanjuanino:"Sí o sí tenemos que salir del pueblo, porque si no vendemos cabras no comemos. Nosotros vivimos de esto. Si seguimos aislados no vamos a tener alimentos y tampoco vamos a tener dinero si no podemos trabajar".