El gremio docente envió una carta documento a la Dirección de Escuelas exigiendo que llame a paritarias antes de innovar en el llamado a la presencialidad en las escuelas de Mendoza, como anunció este lunes el gobernador junto al titular del área, José Thomas.
Cuando falta menos de un mes, y después de un intenso año escolar en el que los docentes trabajaron exigidos por la escasa conectividad en la provincia y el doble esfuerzo de contener la escolaridad con dificultades técnicas también en las casas de los alumnos, Rodolfo Suarez y Thomas anunciaron una "prueba piloto" voluntaria con alumnos de "trayectoria débil".
Escuelas:
🔴Rodolfo Suarez: "Vamos a empezar de forma voluntaria y como prueba piloto, con chicos con trayectorias débiles"
— Periodismo Explícito (@SinMaripositas) November 9, 2020
El anuncio está en línea con lo que Horacio Rodríguez Larreta impulsa en Buenos Aires como parte del marketing político del "retorno a clases" cuando en realidad las clases nunca cesaron.
"Ante los anuncios de la DGE, y ante la situación de diversos establecimientos (técnicos, educación superior, etc.), donde se comienza a preparar retornos por fuera de las condiciones necesarias, enviamos Carta Documento a DGE. En cuanto a la situación sanitaria y epidemiológica de la provincia, ¿con qué mapa de distribución, concentración y circulación comunitaria del COVID-19 se está moviendo el gobierno provincial para tomar tamaña decisión? ¿Cuenta con la autorización de Nación? Deben hacer público el mapa de indicadores de riesgo y ponerlo a consideración del sindicato", señaló el gremio.
En cuanto a las condiciones de las escuelas, agregó el SUTE, "cualquier reacondicionamiento para el regreso a la presencialidad incluye mínimamente hacer efectivas normas de bioseguridad. Para ello se necesita inversión presupuestaria".
El gremio remarcó que las escuelas de la provincia siguen "reunir los requerimientos mínimos: baños rotos, faltante de agua y servicios básicos, aulas sin ventiladores, infraestructura con obras sin finalizar, baja o nula conectividad a redes de internet".
Remarcaron: "No aceptamos que se hable de retorno a clases o abrir escuelas, porque las escuelas no están cerradas ni hemos dejado de enseñar: son directivos y celadores/as, docentes y miembros de SOEs quienes han estado permanentemente en contacto presencial con la comunidad, mientras se sostiene la educación virtual de emergencia".
"Con esta acción, se juega una doble revictimización de quienes menos tienen: al tener 'trayectorias débiles', como gusta categorizar al gobierno, los/as estudiantes deberán recuperar contenidos en un mes que es lo que resta para la finalización del ciclo lectivo. Y serán los/las más expuestos/as a contagiarse del virus. Lejos de garantizar derechos se los vulnera. ¿Qué proceso de aprendizaje van a transitar estos estudiantes? ¿Con cuáles herramientas? ¿Es posible construir vínculo pedagógico en tan pocos días?"
Contra la política nacional
El SUTE también cuestionó el “semáforo” nacional, "que constituye una concesión política, antes que una resolución seria, que libra a las jurisdicciones a su suerte, desresponsabilizándose de lo que ocurre en distintas partes del país. Lo único que se busca es una “foto” con chicos/as doblemente vulnerados/as. Mientras, seguirán en sus casas los/as niños/as con familias que puedan garantizar la conectividad y recursos que el Estado no garantiza a quienes menos tienen".
Cerró el gremio docente: "No es viable el regreso a la presencialidad sin una planificación pedagógica, sanitaria y laboral discutida por la comunidad educativa y con los/as trabajadores/as de la educación. Urge que el gobierno de Suárez-Thomas convoque a paritarias. Por nuestra parte, llamamos a continuar debatiendo y organizarnos en acciones que profundicen el plan de lucha".