"Las explicaciones ya se han dado, si no son suficientes existen los pedidos de informes, ese es el camino. Pedir renuncias antes de escuchar las explicaciones es una actitud demagógica". De esta manera el presidente de la Cámara de Diputados, Andrés Peti Lombardi, intentó cerrar la discusión entre el oficialismo y la oposición por el femicidio de Florencia Romano.
Por los hechos anteriores y posteriores al crimen de la adolescente de 14 años, la oposición elevó pedidos de interpelación en la Legislatura para el ministro de Seguridad, Raúl Levrino, y el jefe de la Policía de Mendoza, Roberto Munives.
Munives descargó responsabilidades en la familia de la víctima el mismo día en que se encontró su cuerpo diciendo que casos como el femicidio de Florencia "son evitables con educación".
Para el Frente de Todos y Protectora el Gobierno de Mendoza debe hacer comparecer a Levrino y a Munives por toda la cadena de inacción y de insensibilidad en el abordaje del caso desde que un vecino llamó al 911 para alertar sobre pedidos de auxilio desde la casa del presunto femicida hasta las declaraciones de Munives.
La oposición cree que hay responsabilidad política detrás del crimen y que no se agota en quien atendió el llamado al 911 y cortó.
Lombardi fue el vocero del oficialismo este lunes desde Malargüe -donde el Gobierno retomó la agenda diaria-. Entrevistado por radio Nihuil, dijo que la Inspección General de Seguridad (IGS) ya hizo lo suyo. "La IGS ya actuó y separó a la oficial que atendió el llamado", insistió.
Luego defendió el proceder de la policía al terminar la marcha en reclamo de justicia por Florencia, en la que grupos pequeños arrojaron piedras y quemaron oficinas en Casa de Gobierno y en la Legislatura.
El Gobierno admitió que liberó la zona y, según Lombardi, tenían "informes" de que iban a producirse daños mayores.