La fiscal Andrea Lazo imputó al subcomisario Luis Ramírez por el asesinato de Matías Domínguez, ejecutado el viernes de la semana pasada en medio de un operativo policial en el barrio Santa Teresita, de Las Heras.
La imputación se produjo tras el resultado de la pericia balística que confirmó que el joven fue ultimado con una bala calibre 9 milímetros como las que usa la policía.
Domínguez habría quedado en medio de disparos policiales contra vecinos del barrio que intentaban evitar la detención de otro hombre. Domínguez fue trasladado en una camioneta hasta el Hospital Carrillo, donde falleció producto de un disparo en el centro del pecho.
Apenas se conoció el deceso Domínguez, el Ministerio de Seguridad y los medios de comunicación masivos desplegaron una serie de "informaciones" típicas de las operaciones de sentido en los casos de gatillo fácil y que tienen como objetivo ensuciar a la víctima para justificar el accionar policial.
Los voceros de la policía soltaron detalles del pasado de Domínguez, atribuyéndole antecedentes.
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Hay dos casos recientes con la misma matriz mediática para beneficiar a los uniformados: el crimen de Facundo Martínez, un hombre de 43 años que se desplazaba en su auto, que usaba para trabajar de remisero, cuando fue ultimado por un agente de la Federal, y el de Gustavo Giménez, fusilado el 21 de febrero en plena calle por el policía Nicolás Moreno.
En el caso del federal que fusiló al remisero, la fiscal Andrea Lazo -la misma que ahora interviene por el crimen de Las Heras- cambió la carátula por la de un delito excarcelable como es el “exceso en legítima defensa) y ordenó la libertad del policía iniciando una “investigación sumarial”.
