Fiel a su línea política y de pensamiento, Rodolfo Suarez volvió a vincular a la pobreza con el delito en un intento de excusar a al Gobierno de la inseguridad y la respuesta de su gestión y de la Policía.
“Quiero reconocer que este trabajo que llevan adelante lo hacen en un país donde la conflictividad social es muy alta y la situación económica nos pega a todas las familias”, postuló el mandatario en un acto por los 212 años de la Policía de Mendoza.
“Quisiéramos que las condiciones de trabajo para ustedes sean las más óptimas posibles en todos los aspectos, pero cuesta realmente traer cosas del extranjero, mejores tecnologías y equipamientos. Esta situación económica genera mayor delito y en definitiva el rol de ustedes adquiere mayor importancia”, soltó Suarez.
El año pasado, también en un acto oficial, Suarez culpó a los pobres y a la inflación por los malos índices delictuales en Mendoza, vinculando de manera directa a los desposeídos con el delito.
"Cuando vemos que la situación económica se agrava con el tema de la inflación y que tenemos un 45% de pobreza, vuelve el delito, el hurto, aunque mantenemos los niveles del año 2019", postuló el mandatario.
Lo propio había hecho unos días antes el ministro de Seguridad, Raúl Levrino, quien al comparecer frente a la Legislatura por el aumento de la inseguridad, se excusó: "Cómo no van a aumentar los robos agravados por hurto si hay inflación, desempleo y pobreza del 50%".
Salarios bajos, pobreza en aumento
En el primer semestre el salario promedio en el sector privado registrado en Mendoza fue de $116.846, es la quinta provincia con peor salario en el país, según datos del Ministerio de Trabajo. En tanto a junio, sin contar el alquiler, una familia de 4 personas necesitó para no ser pobre casi 100.000 pesos.
Entre los aglomerados de más de 500,000 habitantes, Mendoza es la tercera provincia en cantidad de pobres, según se desprende de un informe del INDEC publicado recientemente.
Cuatro de cada diez personas son pobres en Mendoza y hay 47 mil indigentes
Gran Mendoza, con 38,6% de pobres (400.000 personas), supera -en proporción a su población- a los porcentajes de pobreza de Gran La Plata (36,6%), Gran Rosario (31,2%), Gran Tucumán (35,1%), Mar del Plata (32,6%), Gran Tucumán (35,1%), Salta (34,5%) y Gran San Juan (33,4%).
Para comprender esta situación es necesario vincular estos datos con el de los salarios promedio, que en Mendoza se mantienen por debajo de la línea de pobreza.
En ese sentido hay un dato que crece y se confirma mes a mes: hay un ejército de trabajadores pobres, que pese a tener empleo buscan un segundo y hasta tercer trabajo porque el costo de vida en Mendoza no les permite llegar a fin de mes.
La pobreza en Mendoza viene en aumento en los últimos años, y la aceleración mayor ocurrió en el último año de mandato de Cornejo, quien sumió en la pobreza a 117.000 personas en 2019, año en el cual multiplicó todos los índices que marcan el deterioro de la provincia.
La pobreza en el último año de Cornejo creció casi el doble que en pandemia. La pandemia fue letal para la base de clase media en todo el mundo, pero en Mendoza la pandemia tuvo menos capacidad para la construcción de pobreza que los gobiernos de Mauricia Macri y Alfredo Cornejo en el último de sus cuatro años de mandato.