La pobreza en Mendoza creció de 38,6% a 41,7% en el último semestre de 2022. Significa que más de 35.000 personas cayeron en esa categoría en la segunda mitad del año pasado y en total son 435.458 los pobres.
Dentro de ese universo, hay 73.586 que son indigentes, es decir no alcanzan a cubrir los requerimientos básicos de alimentación. En el primer trimestre los indigentes eran 47.000 según el informe del INDEC.
Es decir que en seis meses Mendoza sumo más de 35.000 pobres y en ese universo más de 26.000 indigentes.
Según la última medición, para no ser pobre en Mendoza una familia de dos adultos y dos niños debe reunir más de 164.000 por mes, en tanto que para no caer bajo la línea de indigencia se requieren, al menos 65..803 pesos.
El promedio de pobreza en Mendoza superó al de la región cuyana, que marcó 39,6%, y también al total de aglomerados urbanos, que fue de 39,2%.
La foto no deja de ser vieja: con los aumentos constantes en los alimentos y en los bienes de la canasta básica que se registraron en los últimos tiempos y el bajo índice de salarios que se paga en esta provincia, cada vez es mayor la cantidad de personas que, aunque tienen trabajo, no llegan a fin de mes. Por eso el dato debe leerse linkeado con el del costo de vida, y con el de la desocupación, ocupación y deterioro del salario.
La pobreza en el último año de Cornejo creció casi el doble que en pandemia. La pandemia fue letal para la base de clase media en todo el mundo, pero en Mendoza la pandemia tuvo menos capacidad para la construcción de pobreza que los gobiernos de Mauricia Macri y Alfredo Cornejo en el último de sus cuatro años de mandato.