La jueza Patricia Alonso Valot rechazó el pedido de sobreseimiento y el pedido de nulidad de la causa contra Nora Moyano, la referenta de la Asamblea de Las Heras por el Agua Pura imputada por "privación ilegítima de la libertad" de los legisladores que trataron la ley del cianuro mientras en las calles miles de mendocinos protestaban en defensa de la Ley 7722.
La jueza desestimó los testimonios a favor de Moyano, entre ellos los entonces senadores Lautaro Jiménez y Marcelo Romano, y los de los asambleístas y militantes del agua y en cambio tuvo en cuenta las declaraciones de los senadores que dijeron que las manifestaciones por el agua no fueron pacíficas.
"Este es un fallo político, no jurídico, nos quieren amedrentar y arrodillar y que no haya más marchas ni movilizaciones, ahora que parece que se viene la destrucción definitiva de la 7722", señaló a EXPLÍCITO la asambleísta.
Contexto adverso para la 7722
La decisión de la jueza de avanzar con la causa se da en un contexto electoral en el que los candidatos con más chances de llegar a la gobernación, Alfredo Cornejo y Omar de Marchi, se han pronunciado en contra de la Ley 7722.
"Mendoza lo único que no tiene es megaminería metalífera. Porque literalmente la prohíbe una ley que impone restricciones muy duras que son incumplibles y que son políticamente nefastas, porque pasar una declaración de impacto ambiental por una legislatura no ocurre en ningún lado del mundo", sintetizó Cornejo en una entrevista reciente.
A su turno, De Marchi cuestionó la resistencia social que desde las calles y rutas tuvieron miles de mendocinos. En ese sentido, apuntó a los sancarlinos, habitantes del principal bastión de defensa de la llamada "ley guardiana del agua", a quienes acusó de hacer de su causa una "malvinización".
"El origen de la 7722 tiene que ver con un contexto de... no voy a decir de improvisación. Se tomó una decisión que en su momento parecía acertada y fue decir que los municipios hagan lo que les parezca en su territorio. Entonces hubo municipios como San Carlos o Alvear que hicieron de esta bandera una malvinización, y desde allí cualquier atisbo de desarrollar minería fue casi como un pecado, ya no era una irregularidad, era una cuestión casi ritual, religiosa", postuló.
Por otra parte, en plena campaña Rodolfo Suarez repite que el humor social cambió y que se abre un camino "muy interesante para generar empleo en Mendoza" a través de la megaminería.
En línea con los lobbistas del extractivismo a gran escala, el mandatario apeló a los índices en rojo de pobreza y desempleo de la economía de Mendoza para aludir a la minería como el salvavidas de una provincia que se hunde.