Usando la figura de la reiterancia -que introdujo Alfredo Cornejo en la reforma del Código Procesal Penal- la jueza Mirna Montaldi, del Primer Juzgado Penal Colegiado, condenó a dos años y 8cho meses de prisión (es en suspenso, es decir no va preso) al dirigente Martín Rodríguez, del Polo Obrero.
Martínez fue acusado de violar el artículo 194 del Código Penal (cortar calles) en siete hechos. El último fue en la marcha que se realizó 31 de enero para protestar contra la Ley Ómnibus que se debatía en el Congreso de la Nación. En esa ocasión, también fue encarcelado el ex precandidato a gobernador, Víctor Da Vila.
La figura de la reiterancia le ha servido a Cornejo para ejecutar, a través de fiscales que le responden, un plan de persecución a opositores, gremialistas, asambleístas y cualquier persona o agrupación que se oponga a sus políticas y se manifieste en las calles. Lo propio también con el uso selectivo del Código de Convivencia.
Una herramienta de penalización selectiva contra desposeídos, manifestantes y opositores
"En Mendoza está ocurriendo un fenómeno que se puede nacionalizar, que es la ausencia total de libertades y derechos para las personas. Esto puede resultar en un avance para toda la población, Es claro que hay una política para defender a los intereses de Milei y el capital financiero", sintetizó Eduardo Belliboni en la víspera de la condena.
fte a "Estación Transitoria de Detenidos y Aprendidos" de Mendoza c @RominaDelPla, @Barry__Ale ,Vilam Ripoll, Serpaj, Apel, Ceprodh, reclamando la Lib d Martin Rodriguez, preso politico de gob d Cornejo.
No existe presunción de inocencia. Es al revés somos culpables todos. pic.twitter.com/hOwGYkyA6j— eduardo belliboni (@EBelliboni) February 5, 2024