El encuentro se producirá después de que Patiño acusara al Reino Unido de violar los derechos humanos del periodista australiano, que lleva un año encerrado en la Embajada.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, anunció que se reunirá con su homólogo británico, William Hague, el próximo 17 de junio en Londres para abordar la situación del fundador de Wikileaks, Julian Assange, quien se encuentra refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres.
"A un año del ingreso de Julian Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, volveré a reunirme con el secretario (de Asuntos Exteriores británico) William Hague el lunes 17 junio en esa ciudad", escribió Patiño en su cuenta oficial de Twitter.
El jefe de la diplomacia ecuatoriana dijo confiar en que este encuentro "permita vislumbrar una salida al caso de asilo (político) de Julian Assange", según reproduce la agencia de noticias Europa Press.
Horas antes, una portavoz del Foreign Office (Cancillería británica) había revelado que estaban considerando la petición de Patiño de reunirse con Hague para abordar el caso Assange durante la visita oficial del canciller ecuatoriano al Reino Unido.
Además, el Foreign Office aseguró que "responsables gubernamentales británicos han estado en contacto regular con representantes del Gobierno ecuatoriano, tanto en Londres como en Quito, por el caso de Assange".
La visita se producirá poco después de que Patiño acusara abiertamente al Reino Unido de violar los derechos humanos del periodista australiano por negarle el salvoconducto y obligarle, por lo tanto, a permanecer en la sede diplomática con el consecuente deterioro de su estado de salud.
El fundador de Wikileaks se refugió el 19 de junio de 2012 en la Embajada de Ecuador en Londres para impedir que las autoridades británicas lo detuvieran y extraditaran a Suecia, donde es investigado por dos delitos sexuales.
Assange argumenta que, de ser extraditado a Suecia podría ser enviado después a Estados Unidos, donde -de acuerdo con su versión- se celebra un juicio secreto en su contra por haber revelado secretos de Estado, un delito por el que podría enfrentar la pena de muerte.
Tras su llegada a la sede diplomática, el periodista australiano solicitó asilo político al gobierno de Rafael Correa, que se lo concedió, pero no pudo abandonar la embajada porque Reino Unido se negó a darle un salvoconducto alegando que tiene la "obligación legal" de extraditarlo a Suecia.