Benedicto XVI se dirigió a unas 80 mil personas desde al balcón central de la Basílica de San Pedro. "Recemos porque israelíes y palestinos sean capaces de vivir en la paz de un solo dios y en libertad".
En su tradicional mensaje de Navidad, el Papa Benedicto XVI pidió ayer por “la paz de todos los pueblos” y condenó la crisis en Siria: “Recemos porque israelíes y palestinos sean capaces de vivir en la paz de un solo dios y en libertad".
Desde la basílica vaticana de San Pedro, el jefe máximo de la iglesia católica pidió la paz en países como el Líbano, Siria e Irak, pueblos árabes en conflictos bélicos: “Los cristianos en esos países, donde nació nuestra fe, sean capaces de continuar viviendo allí, que cristianos y musulmanes puedan construir sus países uno al lado del otro en la paz de dios".
El Sumo Pontífice aseguró: “Una vez más hago un llamamiento para que cese el derramamiento de sangre, se faciliten las ayudas a los refugiados y a los desplazados y, a través del diálogo, se alcance una solución política al conflicto" Al referirse al caso sirio, el Papa señaló que está "profundamente herida por un conflicto que no respeta ni siquiera a los enfermos y se cobra víctimas inocentes".
El religioso hizo votos para que su bendición llegue a todas partes del mundo: "Que haga crecer sus virtudes humanas y cristianas, sostenga a cuantos se han visto obligados a emigrar lejos de su familia y de su tierra. Que fortalezca a los gobernantes en su compromiso por el desarrollo y en la lucha contra la criminalidad".